El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, entregará el próximo viernes en Colombia y Panamá el estudio sobre drogas encargado por los presidentes del continente en abril de 2012, un "diagnóstico" sobre el problema con el que el organismo espera dar un impulso definitivo al debate sobre el tema.
Insulza "viajará personalmente" a Bogotá el viernes 17 para entregar el informe al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y se desplazará esa tarde a Panamá para hacérselo llegar al mandatario panameño, Ricardo Martinelli, informó hoy el jefe de gabinete de la Organización de Estados Americanos (OEA), Hugo de Zela, a un reducido grupo de agencias, entre ellas Efe.
Santos fue quien hizo el encargo del informe en nombre de todos los jefes de Estado y Gobierno que asistieron a la VI Cumbre de las Américas, celebrada en abril de 2012 en Cartagena de Indias (Colombia).
Martinelli, por su parte, ejercerá de anfitrión de la próxima Cumbre de las Américas, prevista para 2015, por lo que el informe se le entregará también en persona, explicó De Zela, quien añadió que el resto de países lo recibirán ese mismo día a través de sus misiones ante la OEA.
El documento, que se hará público durante un acto en la OEA el próximo lunes 20, consta de casi 400 páginas elaboradas por varios equipos en el último año, con un resultado "innovador" ya que en él han participado "todos los países" miembros y a que "dice de forma muy precisa y clara cosas que no se habían dicho antes".
"Esperamos que el informe sirva como base para que los presidentes se involucren más en este tema", aseguró el jefe de gabinete de Insulza.
"Hasta ahora ha habido esfuerzos individuales y, en una mínima medida, esfuerzos comunes para la lucha contra las drogas, pero no ha habido una base común para la cooperación. A eso aspiramos", apuntó.
El estudio constará de dos partes: un estudio analítico que De Zela bautizó como el "informe Insulza" y un documento técnico que delinea una serie de escenarios y opciones para la estrategia antidrogas en los próximos años.
El "informe Insulza", de unas 90 páginas, ha sido escrito por el propio secretario general y "se nutre de un conjunto de informes analíticos" sobre cada uno de los aspectos del problema, como la salud, el desarrollo y la seguridad.
Ese documento "propone algunas ideas para la reflexión que debe iniciarse respecto al tema", aunque De Zela evitó calificarlas de recomendaciones.
La segunda parte construye cuatro escenarios posibles en el desarrollo del problema hasta 2025, dependiendo de las decisiones que tomen los mandatarios, "desde qué pasaría si todo sigue igual hasta qué ocurrirá si cambia la mayoría de las cosas".
De Zela no adelantó si uno de esos escenarios incluye la posibilidad de la legalización de las drogas en toda o parte de la región, una de las aristas más polémicas del asunto.
El informe será el "tema central" del diálogo privado entre los cancilleres en la próxima Asamblea General de la OEA, del 4 al 6 de junio en Antigua (Guatemala), y se espera que las reflexiones de Insulza formen también parte del debate público en ese mismo foro.
No obstante, De Zela subrayó que este es un "proceso lento" en el que el protagonismo corresponderá "a los presidentes" de la región, por lo que la OEA no prevé decisiones rotundas en la Asamblea en Guatemala, sino más bien con miras a la Cumbre de Panamá en 2015.
De Zela pronosticó que el informe será "parte importante del legado de Insulza" como secretario general del organismo.
"Va a iniciar un diálogo sobre un tema que es central para Latinoamérica, y que es clave para la seguridad ciudadana", subrayó.
El informe ha tenido un coste de más de 2 millones de dólares, de los que 750.000 fueron aportados por Brasil, Colombia, Chile, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago, Uruguay y Turquía, y el resto por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y fundaciones privadas. /EFE