Los equipos de rescate intensificaron hoy en aguas del océano Índico la búsqueda del avión de Malaysia Airlines, cuando se cumplen cuatro semanas de su desaparición, antes de que se agoten las baterías de la caja negra.
En el operativo de hoy participaron 10 aviones militares, 3 aviones civiles y 11 embarcaciones, informó el Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, creado por Australia para esta misión, en su último comunicado.
Según el organismo, las operaciones se centraron en tres zonas situadas dentro de una área delimitada de unos 217.000 kilómetros cuadrados a 1.700 kilómetros al noroeste de la ciudad australiana de Perth, desde la que se coordina el operativo multinacional.
La búsqueda, que hasta el momento no ha logrado encontrar ningún resto de la aeronave que permita determinar su posición exacta, continuó con el rastreo submarino que ayer iniciaron dos embarcaciones equipadas con sofisticados localizadores de sonidos metálicos e instrumentos acústicos.
El buque de la armada australiana Ocean Shield, con un localizador de cajas negras prestado por la Armada estadounidense, y el navío británico Echo de investigación oceanográfica llevan a cabo este rastreo que persigue detectar señales que todavía debería emitir la caja negra.
Ambos buques inspeccionan un sendero de 240 kilómetros para intentar localizar este dispositivo, cuyo sistema de localización se puede detectar en un radio de apenas unos 1,6 kilómetros.
La búsqueda se ha convertido en una carrera a contrarreloj debido a que la batería de estos transmisores, de un mes de duración, está a pocos días de agotarse, lo que complicaría aun más la operación.
Ante esta posibilidad el director del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, Angus Houston, dijo que la búsqueda continuará tras señalar que "hay muchas cosas del avión que pueden flotar".
"Al final creo que encontraremos algo que nos ayudará a reducir la zona de búsqueda", dijo Houston en rueda de prensa.
El ministro malasio de Transportes, Hishamudin Husein, admitió en rueda de prensa que hasta ahora "la búsqueda ha sido difícil, desafiante y compleja", pero aseguró que "nuestra determinación se mantiene intacta".
"Seguiremos la búsqueda con el mismo nivel de vigor e intensidad. Se lo debemos a las familias de los que iban a bordo y a todo el mundo. Seguiremos centrados, con todas nuestras fuerzas, en encontrar el avión", añadió Hishamudin.
El ministro también anunció la creación de un equipo que se dedicará a investigar registros de mantenimiento de los aviones, de vuelo y meteorológicos, y factores psicológicos, que incorporará personal de China, Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
El Centro de Coordinación añadió en su nota que la Autoridad Australiana de Seguridad en el Transporte sigue acotando la zona en la que el avión pudo entrar en el agua.
Este cálculo se realiza con técnicas multidisciplinares de análisis con los nuevos datos de comunicaciones de satélites y de comportamiento de aeronaves facilitados por el equipo de investigación formado por analistas de Malasia, EE.UU., Reino Unido, China y Australia.
El submarino nuclear británico HMS Tireless, equipado con instrumentos de eco-localización, se añadió a las tareas de búsqueda en esta zona donde se espera la llegada en breve de una fragata malasia.
Mientras, un nuevo contingente de observadores aéreos se unirá mañana a las tareas de búsqueda, indicó el Servicio de Emergencias del estado de Australia del Sur.
"Es una tarea muy exigente que requiere una intensa concentración durante largos períodos de tiempo", dijo hoy el jefe del organismo, Chris Beattie, según el diario "The West Australian".
"El despliegue mañana (domingo) de nuestros voluntarios en Perth es un ejemplo de la operatividad de la agencia y una parte más de la masiva operación de búsqueda en la que participan barcos, aviones, submarinos y satélites de más de 20 países", añadió Beattie.
El avión del vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar.
Embarcaron 153 chinos, 50 malasios (12 formaban la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que utilizaron los pasaportes robados a un italiano y un austríaco.
La policía malasia dijo esta semana que no considera responsables de secuestro, sabotaje y problemas psicológicos o personales a los 227 pasajeros que viajaban en el avión.
Mientras tanto, la investigación policial de la tripulación continúa.
2014-04-05