Las autoridades iraquíes suspendieron las licencias de operación de la cadena televisiva panarábiga Al Yazira y de otros nueve canales de televisión iraquíes el domingo luego de acusarlos de alimentar la violencia sectaria.
El acto señala las crecientes preocupaciones del gobierno chií sobre la deteriorada seguridad en medio de los disturbios suníes y enfrentamientos que ya han dejado más de 180 muertos en menos de una semana.
Las suspensiones, que entraron en vigor de manera inmediata, al parecer se enfocan en canales suníes conocidos por criticar al gobierno del primer ministro Nuri al-Malik. Además de Al Yazira, la decisión afectó a ocho canales suníes y uno chií.
La acción del gobierno se da mientras Bagdad intenta acallar los disturbios en el país que se desataron la semana pasada luego que fuerzas de seguridad iraquíes lanzaron una ofensiva mortal en una manifestación suní en la ciudad central de Hawija, donde quedaron 23 personas muertas, incluidos tres soldados.
Desde entonces, más de 180 personas han sido muertas en tiroteos con las fuerzas de seguridad y otros ataques. La reciente ola de violencia siguió a más de cuatro meses de protestas mayormente pacíficas por parte de minorías musulmanas suníes en contra del gobierno de Al-Maliki.
Los televidentes iraquíes podrán seguir viendo la señal de los canales, pero las suspensiones emitidas por la comisión de Medios y Comunicaciones dice que las 10 estaciones que intenten trabajar en territorio iraquí enfrentarán acción legal de las fuerzas de seguridad. El decreto esencialmente evita que los equipos de reporteros de las televisoras cubran actividades en el país.
El legislador suní Dahfir al-Ani dijo que la acción era parte de un intento del gobierno de "cubrir el derramamiento de sangre que se llevó a cabo en Hawija y lo que ocurre en otros lugares del país".
Al Yazira, con sede en Qatar, dijo que estaba "asombrada" con la decisión. /AP