El jefe de la unidad de investigación de la Inteligencia Militar israelí, el general Itai Baron, acusó hoy al régimen sirio de haber usado en ciertas ocasiones armas químicas contra los rebeldes.
"El régimen ha empleado armas químicas mortales en un número de ocasiones, incluido el incidente del 19 de marzo", dijo el general en referencia a una explosión ese día en las afueras de la ciudad de Alepo tras la que el Gobierno sirio y los rebeldes se acusaron mutuamente de disparar un cohete cargado con agentes químicos.
En una conferencia en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional Israelí, Baron señaló que la inteligencia israelí cree que el arma química utilizada fue gas sarín, en base a fotografías tomadas de las áreas afectadas tras el ataque que muestran espuma saliendo de las bocas de la gente en la zona.
El militar israelí afirmó que en Siria "hay un gran arsenal de armas químicas", así como "miles de bombas aéreas y cabezas de misiles que pueden ser cargadas con material químico".
Baron criticó la respuesta de la comunidad internacional a los acontecimientos en Siria y dijo que refleja "una predisposición a no intervenir".
"El hecho de que armas químicas hayan sido usadas sin ninguna respuesta es una evolución muy preocupante y podría ciertamente significar que algo así es legítimo", advirtió.
Asimismo, indicó que existe la posibilidad de que las armas químicas sirias caigan en manos de terroristas "que no llevan a cabo cálculos normales de coste y beneficio", lo que consideró "preocupante".
Aunque estimó que no es seguro que la rebelión regional pueda llevar al uso de armas químicas, destacó que hay "una necesidad de ver cómo la situación evoluciona a corto plazo".
Respecto al ataque de la aviación israelí sobre Siria del pasado 30 de enero, Brun dijo que "las lanzadoras de misiles SA-17 que fueron bombardeadas en Siria iban a ser transferidas a Hizbulá".
Israel rechazó en su momento confirmar ni desmentir ese ataque ni proporcionar ningún detalle sobre el mismo.
Medios occidentales aseguraron entonces que el bombardeo israelí fue sobre un convoy que se dirigía al Líbano con armas para Hizbulá mientras que el Gobierno sirio afirmó que el objetivo era un centro de investigación militar en la provincia de Rif Damasco. EFE