El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confió en que se den las condiciones que permitan la liberación del espía Jonathan Pollard, encarcelado hace más de un cuarto de siglo en EEUU, tras la filtración de documentos que apuntan al supuesto espionaje de Washington a dirigentes israelíes.
El caso de Pollard, declarado culpable de espiar para Israel y condenado a cadena perpetua por un tribunal estadounidense en 1987, ha cobrado un renovado interés en este país a raíz de la reciente publicación de informaciones que apuntan a que EEUU espió al ex primer ministro israelí Ehud Olmert y a su titular de Defensa entre los años 2008 y 2009.
"Esperamos que se den las condiciones que permitan traer a Jonathan a casa", manifestó Netanyahu al inicio de la reunión semanal del Consejo de Ministros, si bien negó que exista una relación directa entre los recientes "eventos" y la demanda israelí de que el preso sea excarcelado.
"Estamos tratando el asunto. Lo estoy abordando con todos los presidentes de EEUU, incluido Obama", reconoció Netanyahu.
El primer ministro añadió que ha trasladado al presidente estadounidense su opinión sobre la cuestión, después de haberle pedido en el pasado la liberación de Pollard.
El caso del espía desató en la década de 1980 una grave crisis en las relaciones bilaterales y una feroz crítica dentro de la comunidad judía estadounidense al haber puesto en tela de juicio la lealtad con su país.
Israel negó en un principio que Pollard actuara pagado por sus servicios secretos en el extranjero, el Mosad, y sólo una década después reconoció que exoficial de inteligencia de la Marina estadounidense Jonathan Pollard había sido su espía.
Desde entonces, todos los gobiernos israelíes han elevado el caso en Washington, pero los distintos presidentes de EEUU rechazaron la solicitud.
En 1995 Israel concedió la nacionalidad a Pollard para poder abogar por él con la esperanza de que su liberación formase parte de algún acuerdo bilateral o internacional.
2013-12-22