Un juez de distrito desestimó hoy las peticiones contra la solicitud de bancarrota de la ciudad de Detroit, con lo que el proceso para que se lleve a cabo la mayor suspensión de pagos municipal de EE.UU. seguirá su curso.
El juez Steven Rhodes rechazó las peticiones de los que se verían perjudicados por la suspensión del pago de las pensiones municipales bajo el llamado "Capítulo 9″.
Ese capítulo de la ley de bancarrotas exime a Detroit de las demandas de acreedores contra la suspensión de pagos.
En una audiencia que ha durado más de dos horas, el juez opinó que la ciudad de Detroit sufriría un "daño irreparable" si se bloquea la petición de bancarrota, que ahora deberá seguir su trámite en un tribunal federal en los próximos meses.
Sindicatos, representantes de beneficiarios de pensiones y otros acreedores habían recurrido la petición de bancarrota de Detroit presentada la semana pasada por el alcalde Dave Bing y el gerente externo impuesto por el estado de Michigan, Kevun Orr.
Los líderes sindicales han denunciado que el proceso de suspensión de pagos tiene como objetivo atacar el fondo de pensiones de los 10.000 empleados públicos de Detroit y otros 20.000 ya jubilados, algo que consideran que vulnera la Constitución del estado de Michigan.
Detroit ha pedido la protección por bancarrota al no poder pagar una deuda de unos 18.500 millones de dólares, de los cuales 11.500 millones podrían quedar impagados a los acreedores no asegurados.
El juez Rhodes ha garantizado autonomía total a los tribunales que gestionarán la bancarrota, ya que ello "garantizará un proceso más eficiente y otorgará al tribunal el control sobre los asuntos que deberán ser resueltos en el transcurso de la bancarrota". /EFE