PÑ/ Agencia AP
Una junta médica comenzó el miércoles a analizar si el fiscal argentino Alberto Nisman se suicidó o fue asesinado, cuando a tres meses de su muerte una de las pocas certezas es que fue causada por un disparo en la cabeza de una pistola calibre 22.
El deceso se produjo cuatro días después de que Nisman acusara a la presidenta Cristina Fernández, al canciller y a varios allegados al gobierno de encubrir a ex diplomáticos y ex funcionarios iraníes imputados por el atentado contra un centro judío de Buenos Aires en 1994.
Una docena de especialistas fueron convocados por la fiscal Viviana Fein, a cargo del caso que ha conmocionado a los argentinos, para dirimir las discrepancias sobre las circunstancias de la muerte de Nisman.
Nisman fue hallado sin vida en su apartamento el 18 de enero horas antes de una cita en el Congreso en la que debía dar detalles de su denuncia contra Fernández.
Su cuerpo estaba en un charco de sangre en el cuarto de baño adyacente al dormitorio de su apartamento en una lujosa torre de Buenos Aires.
No existen discrepancias acerca de que ésa fue el arma que causó la muerte y a quién pertenecía. Tampoco hay dudas de que la muerte se produjo en el baño; pero los médicos y forenses deben aclarar muchos otros aspectos dudosos de la muerte de Nisman tras haber analizado en los últimos días el video de la autopsia y miles de fotos de su cadáver.
Fein no pudo determinar aún si Nisman se suicidó, fue inducido a matarse o asesinado, tal como sostiene su ex esposa, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.