El Grupo de Amigos de Siria quiere reforzar a los insurgentes antes de la conferencia de paz, según dijo hoy el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en la reunión del grupo en Doha, (Qatar).
Kerry explicó que ampliar el apoyo militar a los adversarios al régimen no supone apartarse de los esfuerzos por hallar una solución política al conflicto civil en el país árabe.
El político estadounidense dijo que confía en que se logre una solución negociada, a pesar de que el presidente de Siria, Bashar al Assad, ha respondido a la invitación de asistir a la conferencia con una ofensiva en la que participan asesores militares iraníes y combatientes de la milicia libanesa de Hizbollah.
La conferencia de paz para Siria en Ginebra que impulsan Rusia y Estados Unidos todavía no tiene fecha una fecha definida ni los temas a tratar en la cita.
El régimen de Al Assad ha señalado que participará en la cumbre pero a su vez ha frenado toda expectativa. Los insurgentes han puesto como condición para asistir la retirada de Siria de los milicianos de Hizbollah que luchan junto con las tropas leales a Al Assad.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, dejó de nuevo abierta la cuestión de si enviará armas a los insurgentes y dijo que cuando se tome esa decisión, se votará en el Parlamento londinense. Por su parte, su homólogo alemán, Guido Westerwelle, insistió de nuevo en que su país no facilitará armas a los insurgentes, aunque sí se mostró partidario de ampliar el refuerzo a los opositores moderados al régimen.
El Grupo de Amigos del Pueblo Sirio está formado por Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Qatar./DPA