Zairet González Ramírez | @ZaiLez
El reverendo Martin Luther King Jr. fue una figura emblemática del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos. Fue un líder pacífico en épocas de la segregación y protagonizó momentos históricos tan emblemáticos como el boicot de autobuses de Montgomery que se suscitó tras el conocido incidente de Rosa Parks.
King recibiría el Premio Nobel de la Paz en 1964 por su lucha sin violencia contra la segregación racial en los Estados Unidos. Con el tiempo, su lucha y su discurso fueron más allá de los conflictos raciales y se extendieron a la pobreza y temáticas del momento como la guerra de Vietnam.
Fue justamente mientras preparaba una campaña contra la pobreza, el 4 de abril de 1968, con tan solo 39 años, Martin Luther King fue asesinado. Desde entonces, se ha convertido en una de las figuras más recordadas y celebradas de la historia estadounidense.
¿Por qué el tercer lunes de cada año?
Luther King nació un 15 de enero de 1929 en Atlanta. Desde el mismo día de la muerte de King se buscó instaurar una celebración en su honor, sin embargo no era sencillo, pues nunca fue presidente de los Estados Unidos y ese era un hecho sin precedentes.
Una ley aprobada en 1968, el mismo año en que murió Martin Luther King a la edad de 39 años, instaba a que tres feriados federales, el día de los veteranos, el día de los caídos y el cumpleaños de Washington, se celebraran los lunes con la justificación de que esto permitiría a las familias estadounidenses pasar más tiempo juntas.
Así, cuando la conmemoración fue aprobada por el presidente Ronald Reagan en 1983 debió ajustarse a lo establecido por esta ley, lo que llevó a que no se celebrara siempre en el cumpleaños de King, sino en el lunes más cercano a esta fecha.
“Yo tengo un sueño”
El mayor deseo de Martin Luther King era vivir un futuro en el cual la gente de piel negra y blanca coexistieran armoniosamente y como iguales.
“Yo tengo un sueño” es el título de su discurso pronunciado el 28 de agosto de 1963, desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad; fue un momento definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos.
Se le considera como uno de los mejores discursos de la historia, y quedó en el primer puesto entre los discursos del siglo XX según los estudiosos de la retórica quienes lo han aclamado como una pieza maestra de la retórica.
El discurso se asemeja al estilo del sermón de un ministro bautista negro. Apela a fuentes icónicas y ampliamente respetadas como la Biblia, e invoca la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, la Proclamación de Emancipación, y la Constitución de los Estados Unidos.
Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales’.
Yo tengo el sueño de que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo el sueño de que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy!
2017-01-15