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Con temperaturas cercanas a los 15 grados Celsius (60 Fahreinheit), algunos surfistas se presentaron con trajes de neopreno mucho más delgados de lo habitual, sin las capuchas de invierno ni guantes, para disfrutar de su regalo de Navidad: Olas de casi metro y medio (5 pies) de altura que rompen en las costas de Queens.
“Santa nos trajo olas este año”, dijo Ryan De La Cruz, de 31 años y originario de Manhattan, quien ingresó al agua justo después del amanecer junto a su amigo Matt Muro. “Pero debo terminar antes de que mi novia se despierte para abrir los regalos”.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que el viernes fue la Navidad más calurosa de la que se tenga registro en la ciudad, rompiendo el récord de 1982. Y el calor fuera de temporada facilitó el ingreso al mar y esperar en el Atlántico por la ola perfecta, dijo Mike Reinhart, propietario de Locals Surf School.
La temperatura del agua rondó el viernes los 10 grados Celsius (50 Fahrenheit), lo suficientemente fría para obligar a los surfistas a utilizar traje completo y botas, pero no tanto como en años anteriores.
Los ávidos surfistas van a Rockaway todo el año, desafiando a las congelantes temperaturas y viento a cambio de algunas olas. Unos días después de una fuerte nevada que azotó el noreste en enero pasado, algunos surfistas caminaron por las playas cubiertas de nieve en busca del mejor lugar para surfear.
Pero las cálidas temperaturas atrajeron a surfistas sin tanta experiencia en 2015.
“Todo el mundo habla de que el clima es ideal”, dijo el surfista local, Matt Kisilenko, de 25 años de edad. “Este lugar se está haciendo conocido”.
2015-12-25