Naciones Unidas consideró hoy que Sudán del Sur se encuentra en una "encrucijada" desde hace dos semanas, cuando "comenzó como una lucha política y se ha convertido en duros enfrentamientos", según la representante especial de la ONU en el país, Hilde Johnson.
En rueda de prensa, Johnson, que representa al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que "la situación aún puede salvarse, pero Salva Kiir (presidente de Sudán del Sur) y Riek Mashar (exvicepresidente) deben sentarse a la mesa y dialogar, y evitar un empeoramiento de las condiciones en el país".
Naciones Unidas apoya la posición de los líderes de África Oriental, integrados en la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), y las exigencias impuestas a ambas partes para iniciar negociaciones.
También espera que se ponga fin a la violencia en especial entre etnias, algo que Johnson calificó de "peligroso".
La representante de Naciones Unidas pidió a las partes en conflicto que lleven ante la justicia a los responsables de los asesinatos producidos estos días en el país, para "evitar que la violencia prosiga".
Señaló también que la misión de la ONU continuará protegiendo a los más de 16.000 civiles que pidieron protección a la organización y que hoy están repartidos en diferentes campamentos de la ONU en Yuba, Bor, Malakal y Bentiu.
"Tenemos 7.000 soldados de Naciones Unidas que están trabajando en estos campamentos y esperamos la llegada de más refuerzos", explicó Johnson, que también advirtió de la necesidad de 166 millones de dólares de ayuda para mantener a todos esos refugiados.
El conflicto, que se inició el pasado 15 de diciembre y ha causado cientos de muertos, está marcado por la violencia étnica, ya que el presidente sursudanés pertenece al clan dinka y su principal rival político, Riak Mashar, a la tribu lou nuer. EFE