EFELa Oficina en Bolivia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) expresó hoy su preocupación por las agresiones que sufrieron indígenas contrarios al Gobierno del presidente Evo Morales a manos de nativos afines al Ejecutivo con quienes disputan la ocupación de su sede sindical.
La OACNUDH se refirió así a la violencia con que fueron desalojados los dirigentes del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), contrarios al Gobierno, quienes acampaban desde hacía varios días a las puertas de la sede de esa entidad exigiendo que se reconozca su liderazgo.
Esos indígenas fueron sacados del lugar a golpes y latigazos por otro grupo de indígenas leales a Morales que también reclaman la conducción del Conamaq, a quienes la Policía no negó el ingreso al edificio, a diferencia del primer grupo.
"La Oficina considera que todo acto de violencia es contrario a los principios de los derechos humanos y no es aceptable como medio de resolución de una controversia, aún se reclame ésta como legítima", señaló un comunicado del organismo difundido este jueves.
La OACNUDH recordó que en diciembre pasado ya hubo "otros hechos violentos en las mismas oficinas", ante los cuales, los líderes del Conamaq iniciaron la "vigilia en sus inmediaciones, reclamando poder reingresar a su sede, que quedó bajo custodia policial".
"A pesar de estar bajo protección de la policía, se produjeron los hechos arriba mencionados. Los efectivos policiales no resguardaron la integridad de los líderes agredidos que se encontraban en vigilia", salvo por cuatro personas que sí recibieron ayuda de los agentes, añade la nota.
El organismo hizo un llamamiento a los sectores involucrados "a evitar todo acto de violencia" y les alentó a iniciar "un dialogo constructivo" en busca del consenso para resolver la disputa.
También pidió a las autoridades bolivianas que atiendan "urgentemente" el asunto y cumplan con sus obligaciones "de respetar y garantizar los derechos humanos de las personas implicadas conforme a sus compromisos internacionales en materia de protección de los derechos humanos".
Dentro de esa disputa, el Gobierno decidió el mes pasado expulsar del país a la organización no gubernamental (ONG) danesa IBIS, acusándola entre otras cosas de alentar la división en el Conamaq, que agrupa a las etnias del occidente, y en la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano.