EFE
En un país acostumbrado a toparse con diputados tomándose un café en cualquier terraza, y a su primer ministro montando en bici sin guardaespaldas, periodistas y políticos se ven ahora obligados a pasar desapercibidos porque la pandemia ha disparado la polarización social en Países Bajos.
Sin necesidad de un despliegue policial masivo, sindicatos, activistas y manifestantes suelen posicionarse delante de la puerta del Parlamento de La Haya, levantando sus pancartas o incluso acercándose a diferentes políticos, ministros y al propio jefe del Gobierno, Mark Rutte, para trasladarles sus desacuerdos.
Pero, desde marzo, la pandemia ha polarizado más a la sociedad, con un aumento de amenazas e intimidaciones a políticos y periodistas, haciendo que se muevan con menos libertad por la calle, y busquen el anonimato o incluso la protección.
PROTESTAS POR EL CORONAVIRUS
El democristiano Pieter Omtzigt fue perseguido y amenazado de muerte cuando trataba de entrar al Congreso; varios ciudadanos acosaron al viceprimer ministro Hugo de Jonge en plena calle a gritos de "pederasta" y "gay"; y Rutte y sus ministros tuvieron varios enfrentamientos con manifestantes agresivos.
En los primeros ocho meses de este año, varios políticos han presentado 44 comunicaciones y 17 denuncias a la policía por amenazas, según la presidenta del Parlamento, Jadiya Arib, que está "extremadamente preocupada" por el aumento de ataques en la red contra políticos y por las crecientes manifestaciones en La Haya.
Estos datos no tienen en cuenta las denuncias presentadas por el ultraderechista Geert Wilders, el único político en Países Bajos obligado a moverse con guardaespaldas desde hace 16 años, debido a las amenazas que recibe por sus declaraciones antiislamistas.
Arib aseguró que el personal y los visitantes evitan la entrada principal del complejo parlamentario por el "ambiente desagradable" en el exterior, y recordó que los manifestantes, en especial contra a las medidas aplicadas para frenar los contagios, "acosan a los diputados, los tocan y se burlan de periodistas y políticos".
Dado este "ambiente lúgubre", pidió al municipio de La Haya tratar de alejar las protestas del Parlamento, "el corazón de nuestra democracia y, aunque siempre debería haber espacio para la disidencia, será dentro de unos limites", escribió en una carta.
EXTREMA DERECHA
El Coordinador Nacional de Contraterrorismo y Seguridad (NCTV) advirtió esta semana de que "la gente que, durante mucho tiempo, ha desconfiado del gobierno, la ciencia y la prensa tradicional ve sus opiniones confirmadas por teorías de la conspiración", y esto supone "un riesgo continuo" de violencia en Países Bajos.
Alerta sobre una "corriente subterránea radical con un comportamiento a veces extremista, como acosar periodistas y políticos, o intimidar a agentes de la policía".
El perfil del que habla el NCTV es una "nueva generación de agitadores de extrema derecha, que crecieron con Internet, y que, aunque no se juntaría con los grupos tradicionales de ultraderecha, sí recopilan en línea sus ideas extremistas".
LA TELEVISIÓN PÚBLICA: ANONIMATO
La televisión pública neerlandesa NOS anunció la retirada de su logo de las furgonetas que usa para las coberturas exteriores tras "persistentes amenazas" contra sus empleados.
Según su editor jefe, Marcel Gelauff, periodistas y técnicos reciben ataques verbales a diario, desde ciudadanos que les insultan o hacen el gesto de corte de manga, hasta aquellos que orinan, golpean, les tiran basura o bloquean el paso de sus coches.
"Hemos caído muy bajo, y lo asombroso es que todo cambió rápido y en muy poco tiempo", lamenta Gelauff, y habla de una "derrota" para el periodismo", una profesión que está siendo "atacada por personas y grupos que solo quieren ver su propio mundo, imposibilitar cualquier otra perspectiva y así erosionar la libertad de prensa".
El ministro de Medios de Comunicación, Arie Slob, advirtió de que la libertad de prensa es "el corazón de la democracia" y pidió desde el Congreso que se "deje a los periodistas hacer su trabajo".
Los ultraderechistas Partido para la Libertad (PVV), de Geert Wilders, y Foro para la Democracia (FvD), de Thierry Baudet, atacan con frecuencia a los medios, a los que consideran "parte de la elite", pero, tras el anuncio de NOS, Baudet aseguró que es "extremadamente improbable" que sus criticas condujeran a la situación actual.
2020-10-23
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