La policía tailandesa examinó hoy en busca de pruebas en la zona del centro de Bangkok donde el lunes estalló una bomba que causó una veintena de muertos y un centenar de heridos, muchos de ellos eran turistas.
El atentado fue al anochecer cerca del templo hinduista de Erawan, situado junto a grandes cadenas de hoteles y centros comerciales, y frecuentado por locales y visitantes extranjeros, la mayoría asiáticos.
Las autoridades situaron esta mañana en 20 el número de muertos, según el diario The Nation, minutos después de que en declaraciones al Canal 3 un portavoz policial elevara el balance de víctimas a 22.
En su último comunicado de anoche la policía había fijado el balance provisional en 19 muertos y 123 heridos, muchos de ellos turistas chinos, taiwaneses y singapureses.
Los alrededores del templo quedaron acordonados esta mañana mientras la policía buscaba indicios que ayuden a esclarecer la identidad de los responsables de este atentado, que no tiene precedentes en la capital, y cuya autoría no ha sido reivindicada.