La Unión Africana (UA) celebró hoy su 50 aniversario con una cumbre a la que asistieron altos dignatarios de todo el mundo y con un balance mixto: muchos elogios por los avances en sus 54 miembros, pero también críticas por los graves problemas que el continente sigue sin poder resolver.
Los participantes recordaron que en muchos Estados sigue habiendo conflictos sangrientos, como en Mali, República Democrática del Congo o Sudán. Además, la población sigue sufriendo, como en 1963, de pobreza, hambre y desempleo.
"Tenemos que aprender por fin de nuestros errores", dijo la presidenta de Malawi, Joyce Banda, en medio de la aclamación de los invitados.
Es importante hacer participar a la población en las decisiones sobre su futuro, añadió. "¿Dónde queremos estar dentro de 50 años? ¿Y cómo llegamos allí?", se preguntó la mandataria.
Pese a todo, muchos de los asistentes hablaron de un "día histórico" y un "hito" para la UA. Su antecesora, la Organización para la Unidad Africana, consiguió sus objetivos de liberar a todos los países de los poderes coloniales y del apartheid, destacaron.
Entre los presentes estuvieron el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la presidente brasileña, Dilma Rousseff, y la primera ministra jamaicana, Portia Simpson Miller.