El alcalde de Estambul, Kadir Topbas, ha cifrado en 60 millones de liras (casi 24 millones de euros) los daños ocasionados por tres semanas de protestas, que fueron duramente reprimidas por la Policía.
En una rueda de prensa transmitida por la cadena NTV, Topbas señaló que durante los disturbios fueron incendiados 99 autobuses de la red municipal de transportes, otros 19 de una empresa concertada y 15 vehículos de los bomberos.
El regidor aseguró que actualmente mil empleados municipales trabajan de forma intensa para renovar y embellecer el parque Gezi, epicentro de las protestas, que fue desalojado por la policía el sábado pasado y desde entonces está acordonado.
Añadió que ya se han plantado 195 árboles adicionales y prometió que en el futuro consultará con la ciudadanía antes de emprender ninguna reforma urbanística.
Las protestas fueron desencadenadas por las intenciones de las autoridades turcas de construir una mezquita y un centro comercial en el parque Gezi, uno de los pocos espacios verdes del centro de la ciudad.
Topbas prometió hoy que en el futuro se consultará a los ciudadanos incluso por pequeños cambios.
"Aunque cambiemos de lugar una parada de autobús, preguntaremos al pueblo antes", subrayó.
El alcalde aseguró que la municipalidad nunca había dado orden de quemar las tiendas de quienes acamparon en el parque y recordó que los culpables ya han sido castigados.
La alcaldía suspendió de servicio a los cuatro policías municipales que el 29 de mayo incendiaron varias tiendas de campaña y rescindió el contrato a tres guardias subcontratados, señaló. EFE