El euro podría representar un precario rescate económico para algunos, pero Letonia dijo el martes que confía en que la adopción de la moneda única le genere inversiones y desarrollo.
Durante una reunión en Bruselas, ministros de Finanzas de la Unión Europea aceptaron oficialmente convertir al estado frente al Mar Báltico en el 18vo miembro de la eurozona en un momento en el que muchos de sus integrantes enfrentan un crecimiento bajo y un desempleo alto. Letonia empezará a usar la nueva moneda el 1 de enero de 2014.
"Resulta muy simbólico", dijo el ministro de Finanzas letón, Andris Vilks. "Estamos completando nuestra integración al núcleo de Europa".
Una vez que se integre a la eurozona, la economía letona será la tercera más pequeña del grupo, sólo por encima de las de Chipre y Malta. Con un producción económica anual cercana a los 22.300 millones de euros (29.000 millones de dólares), representaría sólo el 0,2% de la economía total de la zona euro.
El primer ministro de Letonia, Valdis Dombrovskis, agregó que el momento no es solamente simbólico, pues el euro reducirá los costos de conversión de moneda para el pequeño país, atraerá inversión extranjera y ofrecerá más desarrollo económico. Afirmó que el 70% del comercio exterior del país ya se realiza en euros.
Los ministros de Finanzas y funcionarios de la Unión Europea dejaron a un lado las preocupaciones de que podría ser difícil extender la eurozona mientras la región batalla para apoyar a miembros cortos de efectivo.
"Esos países que se hacen cargo de sus desarrollos económicos sostenibles al evitar desajustes macroeconómicos excesivos o finanzas públicas insostenibles, tiene éxito y se benefician de la membresía del euro", dijo Olli Rehn, comisionado de asuntos económicos y monetarios de la Unión Europea.
Sin embargo, no muchos letones lo ven de manera positiva. Los sondeos indican que menos de la mitad de la población del país apoya la medida, algo que no es de sorprender tras varios años de crisis en los que se ha atestiguado los rescates financieros de Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre y se han generado dudas sobre la supervivencia de la moneda. /AP
Martes, 09/07/2013