Los líderes de los dos partidos conservadores lusos no lograron hoy cerrar la crisis política abierta el martes en Portugal y, tras horas de reuniones, se anunció que habrá más contactos para definir una "fórmula" de Gobierno.
En una breve y confusa declaración a los periodistas, el primer ministro Pedro Passos Coelho informó que la fórmula existe, pero también que debe ser "encontrada" y "profundizada" en próximos contactos entre los dos socios de la coalición.
Mientras, la Bolsa se recuperaba de las fuertes pérdidas que las tensiones políticas ocasionaron en la víspera, pero los intereses de la deuda lusa seguían cerca de máximos del año.
Después de tres rondas de conversaciones -abiertas anoche- con el dimisionario titular de Exteriores, Paulo Portas, líder del partido que sustenta la mayoría parlamentaria, y un encuentro con el jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, el primer ministro anunció que seguirán los contactos en busca de "condiciones" para gobernar.
"Será encontrada una forma de poder garantizar el apoyo político del CDS-PP al Gobierno y, en esa medida garantizar la estabilidad política del país", declaró el primer ministro tras la audiencia con Cavaco.
No obstante aseguró que la renuncia de Portas "no afecta" al respaldo al Ejecutivo de su partido, el Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP, democristiano).
Esta formación y el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) de Passos Coelho buscarán "la mejor fórmula" de garantizar el apoyo, informó el primer ministro, que no aceptó preguntas de los periodistas.
Su comentario y las largas horas de negociaciones cara a cara con Portas, levantaron numerosas especulaciones en los medios lusos sobre las pretensiones del ministro dimisionario o las condiciones de estabilidad que espera Cavaco del Gobierno.
El jefe del Estado abrió ayer una ronda de consultas con los partidos y recibió al líder de la oposición, el socialista Antonio José Seguro, que inmediatamente después hizo una declaración a los medios para pedir la celebración de elecciones anticipadas el 29 de septiembre, cuando están ya convocados comicios municipales.
El jefe del Estado ha citado el lunes a los tres partidos de tendencia marxista del Parlamento y solo le falta por llamar al CDS-PP de Portas para cerrar los contactos iniciados tras la renuncia del ministro de Exteriores.
La decisión de Portas, que desencadenó la peor crisis política en dos años de Gobierno conservador, se debió a su desacuerdo con el nombramiento de la nueva ministra de Finanzas, Maria Luís Albuquerque, que Passos Coelho no consensuó con su socio de coalición.
La hasta entonces secretaria del Tesoro tomó posesión apenas una hora después de que se hiciera pública la salida de Portas, que pese a ser "irrevocable" fue rechazada por Passos Coelho en un discurso al país en el que exhortó a recuperar el consenso en el seno de la alianza conservadora.
Pero además de su falta de entendimiento para restablecer el acuerdo de Gobierno, entre Portas y Passos Coelho han aflorado discrepancias sobre las políticas de austeridad que ejecuta Portugal por imperativo del rescate financiero que obtuvo en mayo de 2011.
La oposición del líder democristiano a algunas de esas medidas fueron una de las razones alegadas por el anterior ministro de Finanzas, Vitor Gaspar para renunciar al cargo un día antes que Portas.
El titular de Exteriores afirmó, al justificar su renuncia, que con la salida de Gaspar esperaba un nuevo "ciclo" en la política económica del Ejecutivo que no cree posible con la ministra elegida por Passos Coelho.
La pugna entre los conservadores lusos se produce una semana antes de que llegue al país otra misión de la UE y el Fondo Monetario Internacional para evaluar la marcha del rescate y además una prevista reforma del Estado que debe ahorrar 4.700 millones de euros al país. /EFE