Las autoridades responsables de las comisiones militares en la Base Naval de Guantánamo (Cuba) reconocieron que los fiscales militares han tenido acceso a correos electrónicos de los equipos de la defensa, informó hoy el Washington Post.
La jefe militar de los equipos defensores, la coronel Karen Mayberry, pidió a los letrados que dejen de utilizar los sistemas informáticos del Departamento de Defensa para transmitir información confidencial hasta que la privacidad esté garantizada.
El nuevo escándalo, en el que hay más de medio millón de correos electrónicos de los defensores militares involucrados, ha llevado a que el juez militar James Pohl ordenara retrasar dos meses la próxima vista preparatoria del proceso contra Abdl al Rahim al Nashiri, acusado de planear el bombardeo del destructor USS Cole en 2000 en Yemen.
La filtración de esas comunicaciones también podría demorar el proceso contra el supuesto cerebro de los atentados del 11S, Jalid Sheij Mohamed, y sus otro cuatro cómplices, ya que los abogados defensores han enviado mociones de urgencia.
Esta nueva revelación se suma a otras denuncias sobre la violación de la privacidad entre defensor y cliente en los procesos de Guantánamo.
En febrero, las autoridades militares de la prisión reconocieron que había micrófonos ocultos en los detectores de humo de las salas donde se reunían defensores e internos en Guantánamo, pero detallaron que esos dispositivos estaban instalados desde los primeros días del penal y ya no se usaban.
Además, ese mismo mes, el juez Pohl protestó porque una mano oculta que se relaciona con la CIA censuró el sonido de la sala del tribunal donde se realizaba una vista contra Sheij Mohamed sin consentimiento del magistrado o el responsable de seguridad designado oficialmente para ese cometido.
El nuevo retraso de los procesos empeora la situación de indefinición para los 166 presos que permanecen en Guantánamo, muchos de los cuales están en huelga de hambre desde febrero para protestar por su situación, ya que la liberación de muchos de ellos ha sido aprobada pero no llevada a cabo.
El Pentágono ha reconocido hasta el momento que hay 31 presos en huelga de hambre, entre los que están algunos de los considerados inductores de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. /EFE