El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que los países donde hay más niños que trabajan son aquellos en los que imperan el hambre y la miseria, en su intervención en la ceremonia de clausura de la III Conferencia sobre Trabajo Infantil en Brasilia.
"El mapa del trabajo infantil coincide rigurosamente con el mapa del hambre y la miseria", por lo que "la primera tarea para combatir el trabajo infantil es coordinar acciones de distribución de renta en todas las regiones más pobres de nuestro planeta", declaró Lula ante delegados de unos 140 países reunidos en Brasilia.
La conferencia fue promovida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en su último informe sobre trabajo infantil, publicado en septiembre pasado, dijo que aún existen 168 millones de niños trabajadores en el mundo, pese a que hubo una reducción de un tercio en la última década.
Lula aseguró que el declive de los datos sobre trabajo infantil es "un estímulo", pero exigió una mayor "voluntad política" frente a "unos pequeños seres humanos que necesitan una acción urgente".
Se refirió a ellos como a "pequeños seres con la infancia robada" y obligados a trabajar muchas veces en condiciones "degradantes", o que son "reclutados a la fuerza para participar en guerras alrededor del mundo".
Según Lula, los Gobiernos tienen "la obligación de devolver a esos pequeños seres humanos el derecho básico de vivir con plenitud su infancia y adolescencia".
El exmandatario recordó la pobreza en que vivió en su infancia y cómo se vio obligado a trabajar desde pequeño.
"El trabajo precoz es una experiencia por la cual pasé, movido por la necesidad de contribuir al sustento de mi familia", declaró Lula, quien citó que de niño vendió naranjas y maní, lustró zapatos y trabajó en una tintorería.
Eso fue "antes de tener 17 años", cuando se recibió de tornero y fue empleado en una fábrica, en la que perdió un dedo "trabajando de las diez de la noche a las seis de la mañana, pese a que era prohibido que un menor trabajara por la noche", apuntó.
Recordó que sus hermanos también trabajaron desde niños, pero "no porque les gustaba" o porque su madre "quería", sino porque de otro modo no habría qué comer en su casa.
"Y cuando uno tiene que llevar comida a su casa, hasta pone su propia vida en juego para conseguirlo, y por eso hasta vemos tantas niñas prostituyéndose en el mundo", subrayó Lula, quien insistió en que "el único camino" para erradicar definitivamente el trabajo infantil pasa por acabar primero con el hambre y la pobreza.
"La crisis económica ya consumió billones de dólares para ayudar a sistemas financieros irresponsables" y otros "billones de dólares se gastan en guerras alrededor del mundo", afirmó el expresidente, quien sostuvo que esos datos muestran que para combatir el trabajo infantil "no faltan recursos, sino voluntad política"./ EFE
2013-10-10