EFE
El presidente argentino, Mauricio Macri, aseguró que mantiene aún una actitud muy crítica con la situación en Venezuela pero sostuvo que la invocación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA), "no va a destrabar el conflicto", en una entrevista publicada hoy.
"Yo he sido muy crítico, y tal vez fui el primero en decir con claridad que lo que pasaba en Venezuela era inaceptable y lo sigo pensando", dijo.
El mandatario agregó que espera encontrar una vía que destrabe la situación. "Lo que hace falta ahí es encarar un proceso que lleve a un nuevo proceso electoral. Hay mucha gente que la está pasando muy mal. En Venezuela ya casi no queda derecho humano respetado en la vida diaria".
La entrevista publicada hoy por el portal Infobae fue realizada el pasado viernes, antes de que el mandatario tuviera que someterse a exámenes médicos por una arritmia.
En ella, Macri contestó a los referentes de la oposición venezolana que expresaron disgusto por la posición de Argentina ante la OEA, que encabeza una vía conciliadora alternativa al proceso de aplicación de la Carta Democrática activada por el secretario general del organismo, Luis Almagro.
Dijo, "sigue siendo una opción, pero no va a destrabar el conflicto", recalcó el mandatario argentino, antes de negar que su posición se haya suavizado en los últimos meses y los rumores que atribuyen el supuesto cambio a la postulación de la canciller argentina, Susana Malcorra, a encabezar la Organización de Naciones Unidas.
"Esta es una opción que hemos buscado acordada en los principales países de la OEA que no tiene nada que ver con la candidatura que hemos propuesto como país para Malcorra en la secretaría General de Naciones Unidas. Estamos buscando que se siente oposición y oficialismo en una misma mesa y convoquen a elecciones de forma anticipada", remarcó.
Macri también repasó otros aspectos del estado actual de Argentina y del balance de su gobierno, a punto de cumplir medio año en el sillón presidencial argentino.
El presidente aseguró, por ejemplo, que se siente "cómodo" en su relación con el papa Francisco y anticipó que buscará una reforma tributaria y laboral para 2017.
También se manifestó "contento" con su equipo de ministros y "tranquilo" respecto a las investigaciones a su patrimonio iniciadas por la Justicia argentina tras aparecer mencionado en los denominados papeles de Panamá.
"No tengo nada que ocultar, estoy muy tranquilo", aseguró el mandatario, quien siempre ha defendido que todos sus bienes estuvieron correctamente declarados ante el Fisco argentino.
Macri ratificó su apuesta porque desaparezca la "impunidad" frente a la corrupción y opinó que comparte con la sociedad que "la Justicia está en deuda".
Por otra parte, el mandatario admitió que espera una inflación "alta" para este mes, el primero en el que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos volverá a difundir las cifras oficiales nacionales del índice de precios al consumo (IPC) tras la reorganización ordenada por la nueva administración el pasado diciembre.
"Lo importante es que vamos a tener un punto de partida. Vamos a saber dónde estamos parados", indicó.
"Basta de mentirnos", agregó.
Pese a las dificultades económicas que atraviesa el país, Macri piensa que la evolución está "dentro de las pautas" previstas.
"Entiendo que haya otros que piensen que habría que haber hecho cosas más duras, pero creemos que hay que ir por un camino intermedio entre la nada del populismo y la crisis económica terminal y la ortodoxia pura que hubiese terminado con el déficit fiscal en un año. Porque tenemos que contemplar cuánto puede absorber la población de un día para el otro", razonó.