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Mauricio Macri y Donald Trump recordaron sus años como hombres de negocios, cuando ninguno de ellos imaginaba que se convertiría en presidente.
Esas viejas anécdotas y un acuerdo para trabajar en una agenda que beneficie a Argentina y Estados Unidos fueron los dos temas más relevantes de la conversación que ambos sostuvieron el lunes, cuando Macri llamó al presidente electo para felicitarlo por su triunfo electoral.
La noticia se dio a conocer a través de un comunicado de la oficina de prensa de la presidencia argentina, y detalló que durante los 15 minutos que duró la charla, "ambos recordaron su histórica relación personal y se comprometieron a trabajar en una agenda común para el crecimiento de los dos países".
Pese al apoyo explícito que dio el gobierno argentino a la candidata demócrata Hilary Clinton, Trump parece haber dado vuelta la página, pues manifestó a Macri que "Argentina es un gran país" y que juntos construirán la relación más cercana que sus naciones han tenido hasta el momento.
El gobierno argentino se inclinaba hacia los demócratas porque su triunfo en la Casa Blanca habría implicado continuidad y una oportunidad de profundizar en la relación cordial que había entablado con Barak Obama, que se materializó en una reapertura del mercado estadounidense a carne y limones de origen argentino. Asimismo, se apostaba por la llegada de mayores inversiones estadounidenses.
Al igual que Trump, Macri saltó a la política desde el mundo de los negocios. A mediados de los años 80, ambos entablaron relación con la excusa de un negocio inmobiliario en Manhattan, que no benefició al argentino.
"Yo tenía 24 años, negocié con ese tipo que ahora es candidato a presidente, totalmente chiflado", recordó Macri durante una entrevista que dio antes de su triunfo electoral en noviembre de 2015. "Es un tipo muy show off, muy exhibicionista", agregó.