Manifestantes que rechazan una reforma educativa en el estado de Guerrero, en el sur de México, atacaron hoy las sedes locales de los mayores partidos políticos, donde rompieron cristales, prendieron fuego y pintaron consignas.
La violencia se suscitó en Chilpancingo, unos 275 kilómetros al sur de Ciudad de México, donde el Movimiento Popular de Guerrero, que respalda protestas del magisterio, se movilizó con palos y el rostro cubierto, según imágenes difundidas por la televisión.
Después de romper vidrios en instalaciones de tres partidos de oposición, los manifestantes prendieron fuego al edificio del Partido Revolucionario Institucional (PRI, en el poder), al que pertenece el presidente Enrique Peña Nieto.
Las protestas tienen lugar un día después de que el Congreso del estado de Guerrero aprobara una reforma educativa que no consideró algunas exigencias de los maestros que se resisten a ser evaluados y quieren que las plazas docentes puedan heredarse.
Los manifestantes, muchos con la cabeza y la cara cubiertas, arremetieron primero contra las sedes estatales del Movimiento Ciudadano, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda).
Luego atacaron una oficina de representación del Senado y se dirigieron al PRI, sin que hubiera presencia policial para frenar los ataques. No se reportó si hubo algún lesionado. Numerosos comercios cerraron al paso de los manifestantes.
Desde hace semanas se han venido registrando protestas de los maestros de Guerrero, que se encuentran en huelga y que en varias ocasiones bloquearon la Autopista del Sol que comunica Ciudad de México con la Ciudad de Acapulco.
Debido a las protestas, el Congreso estatal tuvo incluso que trasladar sus sesiones a Acapulco en lugar de hacerlo en sus instalaciones de Chilpancingo, que es la capital de Guerrero, un estado con costa en el Pacífico.
Además de las protestas de los maestros, jóvenes con el rostro cubierto ocuparon hoy instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en Ciudad de México, en un incidente sin relación con los hechos de Guerrero.
Los encapuchados dijeron hacerlo en solidaridad con estudiantes que tienen tomada desde el sábado la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la mayor de América Latina, para exigir la readmisión de compañeros expulsados por otros disturbios.
"Si nos tocan a 1 nos tocan a todos", decía un cartel que fue colocado en la sede de la UAM en el distrito capitalino de Iztapalapa. /DPA
