La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, pidió "hechos, no palabras" a los Estados de la UE tras la tragedia de Lampedusa, así como la movilización de más recursos, en respuesta a lo que consideró "quizás la llamada de atención que necesitaba" la Unión Europea para reaccionar.
Mamström, que llegó directamente a Estrasburgo desde la isla italiana de Lampedusa, dijo no tener palabras "para definir la magnitud de la tragedia y el horror de los casi 300 féretros, algunos, de niños, decorados con ositos de peluche", relató.
Los eurodiputados de los grupos políticos mayoritarios en la Eurocámara, los populares (PPE), socialdemócratas (S&D) y liberales europeos (ALDE), se han mostrado decepcionados ante la comisaria porque no haya convencido a los ministros de Interior europeos para que dediquen más recursos al control de fronteras y sean más solidarios con el reparto.
"No hay solidaridad. Necesitamos una mejor política de redistribución de la carga", dijo el conservador italiano Salvatore Iacolino, que tachó de "insuficientes" los 30 millones de euros de ayuda extraordinaria anunciada por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
En la misma línea, Agustín Díaz de Mera (PP) señaló que "la UE tiene un compromiso moral de hacer reformas legislativas para castigar a los mafiosos y proteger a las víctimas" de la inmigración ilegal.
La española Carmen Romero (PSOE), habló de "decepción" para expresar su sentimiento después de que el Consejo de Ministros de Interior decidiera este martes en Luxemburgo la creación de un grupo de trabajo como principal medida tras lo sucedido.
"En vez de otro grupo de protección, ¿por qué no crean equipos de investigación conjuntos para luchar contra las redes de traficantes?", preguntó la socialista española a la comisaria de Interior en el debate.
La líder de los Verdes, la alemana Rebecca Harms, tachó de "vergüenza" lo sucedido y dijo que desde hace décadas "el Mediterráneo se ha convertido en una fosa común".
Por su parte, las formaciones de extrema derecha representadas en la Eurocámara han mostrado su oposición a políticas de inmigración que en su opinión puedan producir un "efecto llamada".
La presidenta del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen, dijo al resto de la Eurocámara que "si se modifican las leyes de inmigración haciendo creer que todo el mundo tiene abiertas las puertas de Europa, ustedes serán cómplices de cada uno que muera en el mar tras aventurarse a coger una barcaza".
"En vez de eso hay que lanzar el mensaje a los inmigrantes de que no servirá de nada que se lancen a la aventura, que prueben suerte, porque actuaremos con contundencia y les devolveremos a sus lugares de origen", añadió./EFE