El religioso argentino Mario Poli asumió el sábado como nuevo arzobispo de Buenos Aires, cargo en el que sucede a Jorge Bergoglio, papa Francisco.
La ceremonia realizada en la catedral metropolitana, se inició con un mensaje del nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien le pidió a Poli que "enseñe y cuide al pueblo de Dios mostrándose como ejemplo de caridad del sumo y eterno pastor de nuestras almas".
Tscherrig también dio la bienvenida y saludó al primado como representante del Papa, quien, aseguró, "nos acompaña desde Roma".
Luego entregó al canciller de la curia, monseñor Fernando Risotto, la bula en la que el Papa argentino autoriza a Poli a "tomar posesión de esta sede arzobispal de Buenos Aires".
En la ceremonia no participó la presidenta Cristina Fernández, quien viajó a Perú y Venezuela, pero en su reemplazo asistieron varios de sus colaboradores, como los ministros Florencio Randazzo (Interior y Transporte), Alicia Kirchner (Desarrollo Social), Alberto Sileoni (Educación), Débora Giorgi (Industria), Julio Alak (Justicia) y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
"La llegada del reemplazante de Bergoglio genera entusiasmo, expectativa y esperanza y le deseamos el mejor de los éxitos en su actividad pastoral en Buenos Aires", afirmó al inicio del acto el jefe de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
Añadió que "nuestra misión como políticos gobernantes es hacer de la doctrina social de la Iglesia políticas públicas en beneficio del pueblo argentino".
En la ceremonia también estuvieron presentes el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, otros miembros de su gabinete, y legisladores de la ciudad.
Poli visitó el jueves a Cristina Fernández en la Casa de Gobierno.
La elección de Poli como arzobispo porteño se oficializó el 29 de marzo pasado, durante el pontificado de Francisco, y tras la polémica con el gobierno y la Nunciatura por la difusión anticipada del primer nombramiento del Papa argentino./AP