2001.com.ve | EFE
La primera ministra británica, Theresa May, no se rinde y, cuando faltan 45 días para el "brexit", sigue decidida a conseguir que la Unión Europea acceda a introducir los cambios necesarios en el acuerdo de salida que logren que el Parlamento le de su beneplácito y llevar a cabo "el divorcio" de la UE el 29 de marzo.
Sus mayores esfuerzos se centran en modificar la salvaguarda irlandesa del documento, una garantía ideada para evitar el restablecimiento de una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda y para la que May ha planteado tres alternativas que ha trasladado al bloque comunitario.
Así lo confirmó durante su comparecencia en la Cámara de los Comunes para dar información actualizada a los diputados sobre la situación del proceso del "brexit", antes de la votación a la segunda moción "neutra" enmendable presentada por el Gobierno, que se producirá este jueves.
Cambiar la salvaguarda por un arreglo alternativo que también eluda la frontera dura, introducir un límite temporal legalmente vinculante o aprobar una cláusula por la que el Reino Unido la pueda abandonar de manera unilateral son las opciones que ha planteado a los otros veintisiete países comunitarios para modificar ese polémico punto.
Sin embargo, la UE, con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, a la cabeza, reiteró la pasada semana su negativa a modificar nada del acuerdo de salida sellado entre Londres y Bruselas el pasado noviembre.
Así, el Reino Unido y la UE mantienen en estos momentos posiciones antagónicas que, pese a todo, la primera ministra confía en solventar y adelantó hoy al Parlamento que volverá a reunirse con Juncker antes de que acabe el mes de febrero.
"El trabajo continúa", remarcó hoy May, al tiempo que pidió a los diputados "firmeza" ante las "cruciales" conversaciones que se llevan a cabo.
La moción que se votará este jueves 14 de febrero buscará, explicó, "reafirmar el apoyo de la Cámara de los Comunes a la moción enmendada del pasado 29 de enero (en la que se instó a la jefa de Gobierno a cambiar la salvaguarda irlandesa) y a reconocer que las negociaciones continúan".
Además, la política "tory" se comprometió a que, cuando consiga "los progresos necesarios", los diputados tendrán la oportunidad de volver a pronunciarse sobre el acuerdo con el llamado "meaningful vote" (voto significativo).
Pero, matizó, "si el Gobierno no tiene asegurada una mayoría en esta cámara en favor del Acuerdo de Salida y la Declaración Política", entonces presentará una tercera moción "neutra" el 26 de febrero, que los diputados podrán enmendar y votar al día siguiente.
Una hoja de ruta que, si finalmente la UE no accede a renegociar el pacto, sitúa al Reino Unido en un escenario incierto para el 27 de febrero, a apenas treinta días del "brexit".
Esta estrategia fue hoy recriminada al Gobierno por el líder del principal partido de la oposición en el Reino Unido, el laborista Jeremy Corbyn.
"Parece que la única táctica real de la primera ministra es dejar correr el reloj con la esperanza de que los diputados accedan a su chantaje para apoyar un acuerdo profundamente defectuoso", esgrimió el político de izquierdas.
Para Corbyn, esta actitud es "temeraria" y afeó a Theresa May que "en su declaración ha fracasado en contestar siquiera las preguntas más básicas" y se ha limitado a exponer "más excusas y retrasos".
Corbyn proclamó que May "no escucha sus planes", al tiempo que se dirigió a los diputados para decirles que "ahora es el momento de levantarse y hacer lo correcto, descartar una salida sin acuerdo y apoyar el plan alternativo laborista".
El ideario del Partido Laborista incluye que el Reino Unido se mantenga en una unión aduanera con el bloque comunitario, una posibilidad que la "premier" volvió a rechazar hoy en el Parlamento y ante la que la Cámara de los Comunes, recordó, ya votó en contra.
2019-02-12
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