EFE
La canciller alemana, Angela Merkel, consideró hoy "evidente" que tanto ella como el presidente francés, François Hollande, abordarán mañana con el presidente ruso, Vladimir Putin, la guerra de Siria ante el drama humano que se vive en el país, pero advirtió de que no se puede esperar "ningún milagro".
"No se puede esperar ningún milagro, pero hablar siempre es importante aunque las opiniones difieran mucho", manifestó Merkel en rueda de prensa junto al jefe de Estado de Panamá, Juan Carlos Varela, al referirse a la cumbre que mantendrá mañana en Berlín con Putin, Hollande, y el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko.
La cita está formalmente convocada para abordar la crisis ucraniana, pero Merkel hizo énfasis en la necesidad de aprovechar la ocasión para abordar la guerra Siria y avanzó que, en la situación actual, no puede descartarse ninguna opción, tampoco las sanciones a Moscú.
Tanto Hollande como Merkel hablaron con Putin en la última cumbre del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) pero ahora, recalcó la canciller, la situación es "aún más desastrosa desde el punto de vista humanitario, debido claramente a los bombardeos sirios y rusos sobre personas hospitales y médicos
El objetivo, recalcó, debe ser "mitigar de algún modo el sufrimiento" de la población civil.
Merkel tampoco quiso levantar expectativas sobre la posibilidad de poner fin mañana a la crisis en el este de Ucrania, pero subrayó la necesidad de "agotar todas las posibilidades" de diálogo para establecer un alto el fuego duradero y responder a cuestiones políticas y humanitarias.
La cumbre en el denominado formato de Normandía tiene lugar un año después de la última cita de los cuatro mandatarios en París y, reconoció Merkel, a pesar de que ha habido numerosos contactos durante ese tiempo, no se ha logrado la prometida implementación de los acuerdos de Minsk.
Mañana, añadió, "no puede esperarse ningún milagro" tampoco en este tema, pero hay que seguir agotando la vía diplomática.
2016-10-18