La canciller alemana Angela Merkel visitó el martes los restos del campo de concentración en Dachau, en el sur de Alemania, donde los nazis mataron a más de 43.000 personas entre 1933 y 1945.
Es la primera vez que un canciller alemán visita Dachau.
Merkel fue invitada por un ex prisionero, Max Mannheimer, de 93 años, liberado por soldados estadounidenses en 1945. Antes, ella dijo que se había sentido conmovida de que Mannheimer, el líder del grupo de sobrevivientes de Dachau, la hubiera invitado.
La canciller dijo que viajaba allí con sentimientos de vergüenza y tristeza, al tiempo que agregó: "Lo que ocurrió en los campos de concentración era y sigue siendo incomprensible".
Merkel dijo el sábado que el antisemitismo y el racismo continúan siendo una amenaza a la democracia en Europa. /AP