AGENCIA DPA
La mayoría de los crímenes violentos cometidos en la capital panameña se produce por órdenes emitidas desde las cárceles por pandilleros presos o detenidos, reconoció el ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino.
Las declaraciones del ministro se produjeron en el marco de los actos conmemorativos de las fiestas patrias de Panamá, tras denuncias de varias ejecuciones cometidas en este país.
Mulino admitió que los homicidios atribuidos al crimen organizado aumentaron en un 10 por ciento en los últimos cuatro meses debido a la lucha entre pandillas locales.
Unos 248 homicidios se registraron en Panamá de enero a abril de este año. El 94 por ciento de las víctimas eran hombres y el seis por ciento mujeres, precisó el Ministerio de Seguridad Pública.
Mulino aclaró que para reducir los niveles delictivos las autoridades adoptaron el uso de bloqueadores de teléfonos celulares, que impiden a los internos en los centros penitenciarios enviar o recibir mensajes.
Indicó que el programa ha tenido éxito en la cárcel La Joyita, en la capital panameña, a la que se refirió como “cuartel del crimen”.
Las cárceles en Panamá están sobrepobladas y son escenarios de extorsión, violencia y tráfico de drogas, armas y dinero.
A mediados de este año había unos 15.020 internos, lo que equivale a un 104,6 por ciento de hacinamiento en las celdas, un problema que se agrava a causa de la mora judicial y la lentitud en los procesos penales.
Un informe presentado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señaló que el sistema penitenciario panameño está en crisis, y que no se resolverá con más cárceles, por más grandes que sean.
El relator de CIDH, Rodrigo Escobar, dijo que parte de la crisis penitenciaria en Panamá se materializa a través de las limitaciones que tienen los reos para recibir atención médica e ingresar a eficientes sistemas de resocialización.