El conflicto minero que la semana pasada dejó dos muertos y cien heridos en Bolivia se saldó hoy con la destitución del ministro de Minería, Mario Virreira, y quedó en paréntesis hasta el jueves, cuando está previsto que el presidente Evo Morales reciba a los sindicatos del sector.
El país andino se desayunó este martes con la noticia del relevo de Virreira, a quien sustituirá César Navarro.
Una de las tareas del nuevo ministro será cerrar la brecha abierta con uno de los sectores más fieles a Morales, el de los cooperativistas mineros, iracundos por cambios de última hora a la nueva Ley de Minería previamente consensuada con todos los actores implicados.
La decisión de Morales de destituir al titular de Minería es poco habitual, ya que el mandatario suele dejar los cambios en su gabinete para cada enero, cuando se conmemora su llegada al poder y rinde cuentas al país en un discurso ante el Parlamento.
Además de cobrarse la cabeza del ministro, los bloqueos y enfrentamientos protagonizados durante casi toda la semana pasada por los mineros lograron paralizar el trámite de la nueva ley.
Los cooperativistas bloquearon las carreteras en cinco regiones del país y se enfrentaron con la policía, con el resultado de dos mineros muertos y unos cien heridos entre agentes y trabajadores.
Durante el acto de posesión del nuevo ministro, el presidente aludió a supuestos "intereses ocultos" del equipo técnico de la autoridad saliente.
Morales advirtió de que se investigarán los contratos entre cooperativistas y empresas privadas, después de que el Gobierno anunciara ayer que se habían detectado 42 contratos ilegales entre las cooperativas del sector y firmas trasnacionales.
Por ello, dijo el mandatario, una de las primeras tareas del nuevo ministro será la de realizar una auditoría a esas contrataciones para determinar si fueron inconstitucionales.
"Que se haga una auditoría profunda, es una de las primeras tareas del nuevo ministro de Minería y tienen que ser procesados por traición a la patria, no se puede permitir que algunos, sea desde Comibol o desde el Ministerio, tengan que permitir firmas de carácter inconstitucional", arguyó Morales.
Por su parte, el nuevo titular de Minería afirmó tras tomar posesión que "los recursos naturales que son fuente de vida de nuestra madre tierra tiene que servir para generar riqueza para los hombres y mujeres que viven en esta noble tierra".
Los mineros suspendieron sus movilizaciones a finales de la pasada semana a la espera de reunirse con Morales, que ha anunciado que los recibirá este jueves.
La protesta estalló con la reforma del proyecto de Ley de Minería, en la que el Congreso introdujo cambios en el último momento a pesar de que la normativa había sido concertada con el sector durante tres años.
Los parlamentarios habían detectado que el proyecto facultaba a las cooperativas a firmar contratos de asociación con entidades privadas, nacionales o trasnacionales, cuando la Constitución atribuye tal potestad al Estado.
Según el Congreso, el riesgo es que los entes privados se aprovechen de las condiciones tributarias preferentes otorgadas a las cooperativas y se apropien de los yacimientos.
El otro cambio rechazado por las cooperativas es que sus contratos con el Estado deban ser aprobados en el Parlamento, ya que el proyecto inicial establecía que se refrendarían en una instancia inferior.
A raíz de estos choques, el tratamiento de la norma fue suspendido en el Senado en busca de nuevos consensos con la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin).
Los trabajadores de la minería y sus sindicatos han sido uno de los grandes apoyos de Morales en las reformas económicas y sociales emprendidas por el mandatario desde que llegó al poder.
Sin embargo, la semana pasada sus líderes cuestionaron al gobernante, que en octubre de este año buscará su segunda reelección como presidente.
"Si bien la Fencomin y todas las cooperativas del país hemos llevado a que (…) sea el presidente de Bolivia, así también podemos bajarlo", avisó entonces el presidente de Fencomin, Alejandro Santos.
EFE