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Muere el periodista de guerra español Manu Leguineche

Martes, 21 de enero de 2014 a las 07:30 pm
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DPA

España perdió hoy a uno de sus periodistas de guerra más destacados de la segunda mitad del siglo XX: Manu Leguineche, que cubrió la mayoría de los conflictos que hubo en el mundo en ese periodo, murió en un hospital de Madrid a los 72 años por una insuficiencia respiratoria.

Escritor además de periodista, Leguineche era un profesional muy conocido y respetado en el país, donde ganó prácticamente todos los premios de periodismo importantes, entre ellos el Nacional (1980), el Cirilo Rodríguez (1984) y el Ortega y Gasset (1991).

Nacido en 1941 en la localidad vasca de Arrazua, en la provincia de Vizcaya, se inició en el periodismo en un semanario de Bilbao pero fue en el diario "El Norte de Castilla" donde se formó, en un tiempo en el que lo dirigía el también periodista y escritor Miguel Delibes, Premio Cervantes en 1993.

Leguineche comenzó sus coberturas bélicas en la revolución de Argelia, en 1962, y a partir de ahí estuvo en casi todos los conflictos, entre ellos Vietnam -sobre el que escribió "La guerra de todos nosotros"-, Líbano, la caída de Somoza en Nicaragua o El Salvador.

Unas coberturas que le permitieron recorrer el mundo, una de sus pasiones. Otra era el mus. Esos viajes los reflejó en obras como "El camino más corto". En sus ensayos unía el periodismo con la historia y la narración de viajes.

"Ha encarnado inmejorablemente la figura del periodista de raza", dijo de él el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, al lamentar su muerte en un telegrama enviado a su familia. Supo "alzar el reporterismo a la categoría de género literario".

También las asociaciones de la prensa del país expresaron su pesar. "Fue un maestro de periodistas, ejemplo de honestidad, independencia y compromiso", destacó el presidente de la Academia de Televisión, Manuel Campo Vidal.

Trabajó para prensa escrita y televisión y fue uno de los fundadores de las agencias Colpisa -que también dirigió- y Fax Press.

Para muchos, sin embargo, la mejor definición de él es la de maestro de periodistas.

Los últimos años de su vida los pasó en su casa de Brihuega, en la provincia de Guadalajara, rodeado por sus libros.

Su capilla ardiente se abrió en la tarde de hoy en Madrid.