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En el ataque más letal a una misión de paz de la ONU en casi 25 años, rebeldes del este del Congo mataron a 15 cascos azules y dejaron a otros 50 heridos en un ataque a su base que comenzó al anochecer y se prolongó horas.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, manifestó su "indignación y profundo dolor", calificó el ataque como un crimen de guerra y pidió a las autoridades del Congo investigar los hechos inmediatamente. La Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado norteamericano dijo estar “horrorizada”.
Nick Birnback, portavoz de las fuerzas de paz de la ONU, aseveró que fue el ataque más mortal contra una de estas misiones del organismo desde junio de 1993, cuando 22 soldados paquistaníes fallecieron en Mogadiscio, capital de Somalia.
Las fuerzas de paz que murieron el jueves eran ciudadanos de Tanzania. El presidente tanzano John Magufuli señaló que estaba pasmado por la noticia y ofreció sus oraciones para los heridos, de los cuales tres se encuentran graves. Al menos cinco soldados congoleses también murieron en el ataque del jueves, que ha sido atribuido a uno de los grupos rebeldes más mortíferos de la región.
Por lo menos tres efectivos siguen desaparecidos, informó la ONU, y más de 20 fueron evacuados para recibir tratamiento médico en la capital regional, Goma.
Birnback calificó el ataque como “uno resuelto y bien coordinado realizado por un grupo bien armado”.
No está claro cuándo llegaron los refuerzos militares después del ataque, señaló la ONU. Las condiciones en la región son "sumamente difíciles", dijo el jefe de la misión de paz del organismo, Jean-Pierre Lacroix, quien atribuyó el ataque al incremento reciente de actividades de varios grupos armados. Indicó que la ofensiva fue una respuesta a “la posición cada vez más robusta” de la misión de la ONU.
"Los estamos perturbando y eso no les gusta", declaró.
La base de la misión está a unos 45 kilómetros (27 millas) del poblado de Beni, que ha sido atacado varias veces por el grupo rebelde Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF, por sus siglas en inglés). Se sospecha que el ADF estuvo detrás del ataque del jueves. La base alberga a la fuerza de intervención rápida de la misión de la ONU, que cuenta con la inusual potestad de ir a la ofensiva contra los grupos armados en la enorme región rica en minerales.
La misión de la ONU en el Congo es la más grande y costosa que hay en el mundo.
Congo ha sufrido graves actos de crueldad y avaricia debido a que posee vastas riquezas mineras, mientras que el 80% de la población vive por debajo de la línea de pobreza absoluta con 1,25 dólares al día. La nación soportó uno de los dominios coloniales más brutales y al independizarse vivió bajo una dictadura corrupta. Una guerra civil tras otra arrastró a fuerzas de países vecinos.
La misión de la ONU ayudó al Congo a celebrar sus primeras elecciones libres en 46 años en 2006, pero desde entonces el ganador de los comicios, el presidente Joseph Kabila, ha tratado de perpetuarse en el poder. El descontento popular ha ido en aumento desde que unas elecciones presidenciales que habían sido pautadas para el año pasado han sido postergadas en repetidas ocasiones. El gobierno ha dicho que la inseguridad ha ocasionado los retrasos.
2017-12-08