Siete trabajadores de una mina ilegal del noreste de Sudáfrica murieron y otros 12 resultaron heridos en un asalto perpetrado por ladrones armados, informaron hoy los servicios de emergencia.
"Los servicios de rescate de la mina recuperaron ayer siete cuerpos. Esta mañana irán de nuevo y buscarán (más) en otro de los niveles", dijo el responsable regional del servicio de emergencias de Sudáfrica, Roggers Mamaila, citado hoy por la agencia local de noticias Sapa.
Según la prensa local, los mineros fueron atacados a punta de pistola, agredidos y obligados a permanecer en la galería subterránea -situada en el East Rand, al este de Johannesburgo- el pasado jueves.
El secuestro duró tres días, durante los que los ladrones obligaron a los mineros ilegales a entregarles las bolsas en que guardaban los minerales extraídos.
Uno de los supervivientes logró salir a la superficie el domingo y avisar a la Policía.
Los servicios de rescate encontraron en un primer momento cuatro cadáveres, y hallaron el resto de cuerpos en los niveles inferiores de la mina.
Las víctimas del brutal asalto presentaban heridas de bala y contusiones diversas, y los miembros de algunos supervivientes debieron ser amputados.
Según los servicios de emergencia, podría tratarse de un enfrentamiento entre dos grupos de mineros ilegales.
"La gente que suele trabajar de forma ilegal en esta mina dice que ‘Los Rusos’ (nombre de la banda asaltante, formada por ciudadanos de Lesoto) no excavan en busca de oro, sino que esperan a que los (mineros) de Zimbabue lo hagan y les toman el oro por la fuerza", dijo Mamaila.
La explotación no regulada de minas aparentemente abandonadas es un fenómeno habitual en Sudáfrica y en todo el continente africano.
El valor del oro extraído de las minas ilegales en Sudáfrica supera cada años los 400 millones de euros, que nutren una red mafiosa nacional