EFE
Con los fiscales argentinos y la familia de Alberto Nisman al frente, decenas miles de personas se unieron hoy al arranque de la marcha silenciosa convocada en homenaje al fallecido fiscal, al cumplirse un mes de su muerte, cuyas circunstancias aún no han sido esclarecidas.
La marcha arrancó con puntualidad bajo una intensa lluvia desde la Plaza del Congreso, con dirección a la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo.
Alberto Nisman, fiscal especial de la causa sobre el atentado contra la mutua judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, murió el pasado 18 de enero de un disparo en la sien, cuatro días después de haber denunciado a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por supuesto encubrimiento a sospechosos iraníes del ataque.
A la cabeza de la movilización se situaron los compañeros fiscales de Nisman, convocantes de la marcha, y la exmujer del procurador fallecido, la jueza Sandra Arroyo Salgado, con la mayor de las dos hijas de ambos, entre otros familiares.
En la marcha también participan diferentes referentes de la oposición y representantes de distintos sectores sociales y asociaciones civiles.
Arroyo Salgado había anticipado ayer la presencia de la familia en un comunicado, aclarando que acuden "respetando el original propósito conque fue concebida, esto es: rendir, silenciosamente, un homenaje a su memoria".
En los días previos, la convocatoria había sido rechazada por el Gobierno, al considerar que tenía un sesgo político opositor, aunque hoy el secretario general de Presidencia, Aníbal Fernández suavizó la tensión al afirmar que "iría a la marcha" pero que no participa porque "sería una provocación".
Frente a las críticas, los convocantes, entre los que se encuentran algunos de los fiscales argentinos más destacados, afirmaron que la marcha busca rendir homenaje a Nisman, sin intencionalidad política.
El pasado viernes, el fiscal Gerardo Pollicita solicitó a la Justicia la imputación de Fernández, el canciller Héctor Timerman y el resto de acusados por Nisman.