La niña afgana de diez años que aseguró que su hermano la había enviado a cometer un atentado suicida no quiere regresar a su casa, informan hoy la autoridades.
La pequeña Spojmay pidió "protección del gobierno y ser enviada a un lugar seguro", dijo a dpa un funcionario del Ministerio del Interior en Kabul que prefirió el anonimato. La pequeña dijo "que si es enviada a casa con su padre, será acosada y la obligarán de nuevo a cometer un atentado suicida".
La niña fue detenida el lunes en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, antes de que pudiera activar el chaleco de explosivos que portaba consigo. Spojmay dijo a la policía tras ser detenida que su hermano es un comandante talibán y la obligó a volar por los aires puestos de la policía.
Los talibanes negaron haber encomendado misión alguna a la niña y hablaron de "propaganda del gobierno de Kabul". En el pasado, los islamistas radicales utilizaron niños como terroristas suicidas.
Un portavoz del gobierno provincial de Helmand, Omar Swak, dijo hoy a dpa que las autoridades habían encontrado al padre de la pequeña, "pero éste asegura que los talibanes la matarán si regresa a casa. Además, el padre admitió que su hijo es un comandante talibán". El padre relató que fue su hijo quien pidió a la pequeña que se hiciera terrorista suicida. Según el funcionario, el padre contó que su hijo también lo amenazó a él y que desconoce su paradero.
El gobierno de Kabul tiene que decidir ahora si envía la niña a su familia o a otro lugar. Swak dijo que el padre ha asegurado que respetará la decisión que se tome. Spojmay se encuentra ahora en la capital provincial de Helmand, en Lashkargah, en custodia preventiva. Las autoridades buscan a su hermano. / DPA.