El devastador impacto en Nepal de dos fuertes terremotos en menos de tres semanas provoca en los niños una carga emocional sin precedentes, que debe atenderse, advirtió hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En una nota de prensa, la agencia pidió no subestimar los daños psicológicos en los pequeños derivados de los sismos del 25 de abril y el 12 de mayo, que causaron hasta el momento ocho mil 300 víctimas fatales y una gran destrucción en el Valle de Katmandú.
Miles de niños y sus familias lo perdieron todo, muchos viven en asentamientos informales, marcados por el temor de regresar a sus casas.
"Hemos visto a menores de edad llorar por horas luego de los terribles terremotos, y conocemos que sufren pesadillas, estrés severo y dificultades para dormir", lamentó el representante adjunto de Unicef en el país del sur de Asia, Rownak Khan.
Debemos mantenernos en alerta para brindarle apoyo emocional a esos niños, cada vez que lo necesiten, afirmó. PL
2015-05-14