Personas en apartamentos en la ciudad de Nueva York asean, ponen toallas limpias y hacen otros arreglos para alquilar sus habitaciones a visitantes de todo el mundo.
Miles de residentes de la ciudad están usando cibersitios como Airbnb.com para anunciar apartamentos o habitaciones por precios tan bajos como 35 dólares la noche, una práctica que funcionarios municipales dicen es ilegal en muchos casos, perjudica a la industria hotelera, evade impuestos y amenaza la seguridad de los edificios de apartamentos.
Ahora, el procurador general de la ciudad está exigiendo que Airbnb entregue datos sobre residentes que hayan anunciado apartamentos en el portal, como parte de una investigación para determinar si los habitantes están violando una ley del estado que prohíbe subarrendar por menos de 30 días si los ocupantes no están presentes.
Pero muchos residentes en la ciudad más cara del país dicen que están proporcionando un servicio valioso para ellos y sus huéspedes. Subarrendar por algunas noches es a menudo la única forma que tienen para poder pagar alquileres que promedian 3.000 dólares mensuales y pueden superar los 6.000 dólares en algunas de las áreas más deseables.
"Yo uso Airbnb para complementar mis ingresos, y eso me ha permitido regresar a estudiar", dijo Mishelle Farer, una ex sargento del ejército de 32 años que alquila el segundo dormitorio de su apartamento en el popular barrio de Williamsburg, en el distrito de Brooklyn, a través de Airbnb por entre 60 y 70 dólares la noche, según la temporada.
Farer dice que cubre aproximadamente la mitad de su alquiler a través de esos arreglos. Además, dice, "he conocido a personas maravillosas de Francia, España, Alemania, Sudáfrica, Brasil y Filipinas".
La escritora de guías de turismo Pauline Frommer dice que Airbnb y cibersitios más pequeños como flipkey.com, couchsurfer.com y housetrip.com cubren una necesidad en una ciudad en la que las habitaciones de hotel promedian los 275 dólares la noche.
"Los precios de los hoteles en Nueva York son realmente escandalosos", dice Frommer. "Esta ciudad está abrumada por visitantes y es prácticamente imposible encontrar una habitación de hotel asequible, por lo que es necesario tener algún tipo de válvula de escape".
Airbnb inició sus actividades hace cinco años en San Francisco, luego que dos compañeros de piso no pudiesen costear su renta y decidiesen inflar camas de aire para huéspedes a cambio de un pago. Ahora opera globalmente en unas 35.000 comunidades, ofreciendo unos 500.000 anuncios, y es la mayor compañía mundial de alquileres de corto plazo. El sitio cobra de 6 a 12% de cada alquiler.
Pero las autoridades de Nueva York dicen que muchos subarrendamientos en el sitio son ilegales porque los residentes no están ahí. Y agregan que esos alquileres privan a la ciudad de impuestos por alojamiento.
NYC & Company, la agencia oficial de turismo de la ciudad, emitió una declaración en la que dijo: "Esa práctica ilegal priva a los cofres de la ciudad de necesarios ingresos por impuestos a hoteles y no ofrece protecciones al consumidor contra incendios ni violaciones de las normas de salud"./ap