DPA
Al cumplirse veinte años del genocidio de tutsis y hutus en Ruanda, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conmemoró lo que se estima fueron más de 800.000 víctimas, informó hoy la Casa Blanca.
Obama señaló que estos crueles asesinatos deben ser un alerta para que ningún ser humano sucumba a sus peores instintos y criticó que la comunidad internacional no actuara con la velocidad que requería la situación en el país africano.
Cientos de miles de tutsi y hutus moderados fueron asesinados en 1994 en el lapso de pocas semanas. Este lunes tendrá lugar una ceremonia en memoria de las víctimas en la capital del país, Kigali.