El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que su país "no puede determinar el futuro de Egipto" y "no toma partido" por ninguna de las partes en la crisis que ha dejado ya más de 500 muertos.
"EE.UU. no puede determinar el futuro de Egipto. Esa es una tarea para el pueblo egipcio", afirmó Obama desde la isla de Martha’s Vineyard (Massachusetts) donde pasa sus vacaciones, a lo que añadió que su gobierno "no toma partido por ningún partido político o figura política".
"Sé que es tentador que dentro de Egipto se culpe a Estados Unidos u Occidente o algún otro actor externo sobre lo que salió mal. Hemos sido culpados por los seguidores de (Mohamed) Mursi, hemos sido culpados por el otro lado como si fuéramos seguidores de Mursi. Ese enfoque no ayudará a los egipcios a lograr el futuro que se merecen", argumentó el presidente.
Como ya hiciera este martes el secretario de Estado John Kerry, Obama condenó los episodios de violencia que están azotando el país en las últimas horas e hizo un llamamiento a la calma.
"Deploramos la violencia contra los civiles. Apoyamos los derechos universales fundamentales para la dignidad humana, incluido el derecho a la protesta pacífica. Nos oponemos a la búsqueda de la ley marcial, que niega los derechos a los ciudadanos en el marco del principio de que la seguridad supera a la libertad individual, o que el poder hace el derecho", dijo el mandatario.
Obama subrayó que Estados Unidos desea el éxito del país africano a través de una "solución pacífica, democrática y próspera", pero insistió en que serán los egipcios quienes tengan que trabajar por ello.
"Reconocemos que el cambio lleva tiempo y que un proceso como éste nunca está garantizado. Hay ejemplos en la historia reciente de países en que los hay una transición de un gobierno militar a un gobierno democrático. Y no siempre va en línea recta, y el proceso no siempre fue fácil", añadió. EFE
2013-08-15