El presidente Barack Obama presentará el martes iniciativas de su gobierno para ampliar el acceso de los estadounidenses a los créditos hipotecarios, un obstáculo que aqueja de manera especial a los hispanos pese a las señales de recuperación exhibidas recientemente por el sector de la construcción.
Durante su alocución en Phoenix sobre las políticas hipotecarias, Obama hará énfasis en un proyecto que la Oficina Federal de Viviendas adelantará durante los próximos meses para actualizar sus reglamentos, con la meta de que los bancos comiencen a conceder una mayor cantidad de préstamos hipotecarios a personas que reúnen los requisitos establecidos por la agencia gubernamental.
Una alta funcionaria de la Oficina Federal de Viviendas explicó que muchos bancos actualmente solicitan requisitos que van más allá de los estipulados por el gobierno federal, con la intención de minimizar las posibilidades de que la oficina federal termine retirando su garantía al préstamo hipotecario.
El gobierno federal, a través de la Oficina Federal de Viviendas y los bancos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, garantiza más del 80% de los préstamos hipotecarios en Estados Unidos.
Al contar con un reglamento actualizado sobre los requisitos necesarios para obtener préstamos garantizados por la Oficina Federal de Vivienda, el gobierno espera que los bancos comiencen a prestar a un mayor espectro del mercado, dijo la funcionaria, quien hizo declaraciones a condición de anonimato por no estar autorizada a hablar públicamente sobre las propuestas que presentará Obama.
"El mercado hipotecario se está recuperando, pero no en una manera uniforme para todas las comunidades y queremos asegurarnos que remediamos la situación", agregó.
El sector de la construcción creció 13% durante el segundo trimestre del año —tras contraerse durante cinco años consecutivos hasta 2010— y las tasas de interés para hipotecas a 30 años se mantienen a un nivel históricamente bajo de 4,39% pese a haber aumentado un punto porcentual desde comienzos de mayo.
Pero los hispanos no han podido aprovechar esa coyuntura favorable para quienes aspiran a adquirir vivienda porque los bancos están pidiendo una cuota inicial promedio del 20% del costo total del inmueble, dijo a la AP Enrique Lopezlira, asesor de política económica del Consejo Nacional de la Raza.
La Oficina Federal de Viviendas "no exige ese porcentaje de cuota inicial, pero muchos de los préstamos que garantiza tienen cuotas iniciales muy altas. El presidente Obama pudiera decirle a los bancos que amplíen el porcentaje de préstamos con cuotas iniciales más bajas", indicó Lopezlira.
Los hispanos sufrieron de manera desproporcionada las consecuencias de la crisis inmobiliaria al perder dos tercios de su patrimonio entre 2005 y 2010. Actualmente padecen una tasa de desempleo del 9,5%, superior al 7% registrado entre la población general estadounidense.
Otra de las iniciativas que mencionará Obama apuntará a que la Oficina Federal de Viviendas facilite la obtención de hipotecas para quienes hayan pagado a tiempo sus obligaciones durante 12 meses tras haber perdido su vivienda al quedar desempleados o haber sufrido una reducción sustancial de ingreso, pese a que el reglamento actual impone una espera de tres años a personas en esas circunstancias.
La Casa Blanca también insiste en que una reforma migratoria que permita naturalizarse a los 11 millones de inmigrantes sin papeles representaría un estímulo económico sustancial, ya que facilitaría la participación de tres millones de compradores de viviendas e inyectaría 500.000 millones de dólares a la economía.
La mayoría republicana en la cámara baja se mantiene reacia a permitir la naturalización de los 11 millones, porque considera que sería premiarlos injustamente por haber incumplido las leyes migratorias.
El discurso en Phoenix forma parte de una serie de alocuciones previstas durante el mes de agosto sobre política económica, cuya meta es preparar el terreno para las negociaciones sobre el incremento al tope de la deuda pública y el financiamiento del gobierno federal que consumirán al Congreso cuando reinicie sus actividades en septiembre tras un receso veraniego de cinco semanas. Los republicanos en el Congreso han discrepado públicamente con los planes de la Casa Blanca en ambos asuntos.
Obama ha pronunciado discursos económicos con aires a campaña electoral en Tenesí, Florida y Misurí, en los que abogó por fuentes de financiamiento para infraestructura, una reducción en el costo de préstamos para la educación superior y una reforma al sistema tributario. El presidente demócrata también ha acusado a los republicanos de no hacer suficiente para apoyar a la clase media estadounidense. /AP