Barack Obama y Enrique Peña Nieto tuvieron en Ciudad de México su primer encuentro oficial y optaron por poner por delante los temas en común como impulsar la cooperación económica, mientras que abordaban con pinzas los temas más complejos de la relación.
El narcotráfico que opera desde México hacia Estados Unidos y el tráfico de armas que va en sentido contrario, desde el norte hacia México, fueron tratados en términos de "respeto" por los esfuerzos que hace cada uno, sin entrar en cuestionamientos directos ni exigencias.
"Si México pudiera sumarse a este importante sector de la población de Estados Unidos, 90 por ciento que está a favor de este control (de armas) lo haría, pero está muy claro que es un tema de la política interna de los Estados Unidos", dijo el mandatario mexicano, diciendo, pero sin decir cuál es el reclamo mexicano.
En su primer encuentro como presidentes, cinco meses después de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como mandatario mexicano, México y Estados Unidos tomaron, como acuerdo concreto, la decisión de crear un grupo de alto nivel para fomentar el crecimiento económico, con reuniones a nivel ministerial y con participación del vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
"México y los Estados Unidos tienen una de las relaciones mayores y más dinámicas que haya entre dos países del mundo. Y, no obstante, no se escucha lo suficiente sobre nuestros extraordinarios lazos, debido a que normalmente la atención está concentrada en uno o dos asuntos, como la seguridad o la inmigración", dijo Obama.
El Palacio Nacional, la sede oficial del gobierno mexicano en el centro histórico de la ciudad, fue el lugar elegido para el encuentro. Policías cercaron la plaza, mientras un grupo de manifestantes intentaba hacer oír su voz en una esquina junto a la Catedral.
Formales pero con una actitud de cordialidad, Peña Nieto y Obama, uno iniciando su gobierno y el otro inaugurando su segundo mandato, establecieron las bases para lo que será la futura relación. Obama coincidirá con Peña Nieto durante cuatro años de los seis que durará la administración el presidente mexicano.
El mandatario estadounidense elogió la "audacia" de Peña Nieto a la hora de impulsar reformas para "hacer su economía más competitiva, para hacer sus instituciones más efectivas", y Peña Nieto reconoció los esfuerzos de Obama por lograr una reforma migratoria en su país.
Pero al hablar de la lucha contra el narcotráfico y seguridad ciudadana, ninguno entró demasiado en detalles sobre cómo se encaminará la relación, después de varios días de versiones en medios de Estados Unidos de un cierto malestar por la manera en que Peña Nieto supuestamente está empezando a limitar el acceso a funcionarios estadounidenses.
Peña Nieto indicó que su estrategia de seguridad, que tiene como meta central la reducción de la violencia, no está reñida con el combate de las organizaciones criminales y dijo que la cooperación seguirá adelante.
Obama asintió, aunque dejando entrever que efectivamente algunas cosas serán distintas: "Acordamos continuar nuestra estrecha cooperación en torno a la seguridad, incluso a medida que la naturaleza de dicha cooperación evolucione".
Peña Nieto recurrió a una expresión de John F. Kennedy usada durante una visita a México hace 51 años, en 1962, para reafirmar la fortaleza de la relación. "No permitamos que nada separe lo que la naturaleza unido".
Y la principal apuesta de los dos mandatarios es seguir adelante con una agenda de cooperación, que ha convertido a Estados Unidos en el principal socio comercial de México y a México en el segundo mayor destino de las exportaciones estadounidenses en el mundo, después de Canadá./DPA