Once personas, incluidos dos policías, murieron durante el asalto a una comisaría en Xinjiang (noroeste de China) perpetrado por un grupo de uigures, informaron hoy fuentes oficiales, aunque un portavoz de esa minoría étnica acusó a la policía de disparar contra manifestantes.
Según la agencia oficial Xinhua, que cita fuentes policiales, los uigures atacaron la comisaria de la localidad de Serikbuya a las 17:30 hora local del sábado (09:30 GMT de hoy) armados con cuchillos y hachas.
Sin embargo, el Congreso Mundial Uigur, que reúne a los miembros de esta etnia de religión musulmana en el exilio, dijo que los choques se produjeron después de efectivos policiales abrieran fuego contra un grupo de manifestantes uigures y mataran a uno de ellos.
Posteriormente murieron otros ocho participantes en la protesta -uno de ellos identificado como Abla Ehet- y dos policías, mientras que otros dos agentes resultaron heridos.
"Varias decenas de manifestantes uigures fueron arrestados", dijo un portavoz del Congreso Mundial Uigur, informa hoy el periódico independiente South China Morning Post, que cita fuentes locales.
El portavoz hizo un "llamamiento" a la comunidad internacional para que adopte medidas de emergencia e impida que el Gobierno chino "abra directamente fuego para reprimir a los uigures y les niegue su derecho a apelar y a defenderse".
Los enfrentamientos ocurren después de la muerte, el mes pasado, de cinco personas y de que otras 40 resultaran heridas cuando un vehículo se incendió en la plaza de Tiananmen en Pekín, uno de los lugares más simbólicos del régimen chino.
Pekín culpó del incidente a "terroristas" de la provincia Xinjiang respaldados por el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (ETIM) "implantado en regiones de Asia central y occidental", según dijo entonces el jefe de la seguridad china, Meng Jianzhu.
Xinjiang es uno de los polvorines étnicos del oeste de China junto al Tíbet, con frecuentes tensiones entre la minoría uigur y los chinos han, etnia mayoritaria en China.
Mientras Pekín defiende un mayor control en la región para hacer frente a lo que denomina "grupos separatistas, extremistas y terroristas", los residentes de etnia uigur critican el aumento de presencia policial y las discriminaciones respecto a los han.
A finales de junio de este año, 35 personas murieron por enfrentamientos entre la Policía china y la población de la remota ciudad de Lukqun, en Xinjiang, cuando turbas armadas con cuchillos atacaron las principales comisarías y edificios gubernamentales de la ciudad.
Xinjiang fue en 2009 el escenario del peor conflicto étnico en China de las últimas décadas, cuando diversas protestas de uigures en las principales calles de Urumqi, la capital regional, se tornaron en violentos enfrentamientos con inmigrantes han que se saldaron con alrededor de 200 muertos. EFE