El jefe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres (Unisdr), el ecuatoriano Ricardo Mena, abogó hoy por el aumento gradual de la descentralización municipal y el aumento de capacidades en los países de la región para la reducción de riesgos.
Mena participó este jueves en la capital panameña en un foro en el que fue lanzada la Campaña Mundial "Desarrollando Ciudades Resilientes ¡Mi Ciudad se está Preparando!", dirigida a reducir el riesgo de desastres.
Indicó que la campaña propone, además, la búsqueda de fortalezas de la gente organizada, para la adaptación al cambio climático.
La mayoría de la población de Latinoamérica y el Caribe ocupa zonas de riesgo, como las comunidades en la línea costera o con amenaza sísmica. Sin embargo, pueden convertirse en "ciudades resilientes", donde las personas participan, deciden y planifican junto a las autoridades el modelo de desarrollo sostenible.
Mena sostuvo que el cambio climático ha generado amenazas para la población mundial, que en los últimos 30 años se duplicó y se ha visto compelida a ocupar terrenos inundables, áreas vulnerables a terremotos y a las tormentas. Añadió que la cantidad de habitantes que viven en zonas costeras vulnerables casi que se ha triplicado.
"Es necesario asegurarse que el crecimiento de las ciudades y el desarrollo que se planifica correctamente", para impedir que en el futuro sea "sembrado el riesgo de desastres" ante la falta de una planificación adecuada, reseñó.
Entre las recomendaciones de Unisdr a los países de Latinoamérica y el Caribe, figura el establecimiento de un marco normativo e institucional para el manejo de prioridades municipales, inversiones públicas sensibles a las amenazas naturales y la cultura de prevención y capacitación.
Mena mencionó que en Panamá y otros países el riesgo aumenta, debido a que la "impermeabilización de las ciudades", a causa de un frenético ritmo de urbanización y la destrucción de humedales, que presionan a los sistemas de drenajes en zonas metropolitanas.
"Es necesario aplicar medidas y prácticas de desarrollo urbano que sean más amigables con la naturaleza, alertas tempranas y buen conocimiento del riesgo", incluido el monitoreo del clima y la red hidrológica, acotó en alusión a retos que abarcan la falta de suelos para ciudadanos de bajos ingresos y la construcción inapropiada.
La campaña de Unisdr propone colocar a las necesidades de la población en el centro de políticas y acciones que sean ejecutadas aún en los casos de reconstrucción, luego de un desastre. Para ello, ha sido confeccionada una herramienta de autoevaluación municipal en los países de la región.
Mena sostuvo que la preparación ante catástrofes es fundamental en un mundo globalizado, donde una región puede ser afectada cuando un país fabricante de piezas automotrices o insumos es azotado por un tsunami a muchos kilómetros de distancia, en otro continente. /DPA