La OTAN, ante la actitud de Rusia en la crisis ucraniana, desea tener la capacidad para desplegar en algunos días tropas y armamento en el este de Europa, dijo su secretario general Anders Fogh Rasmussen en entrevista el miércoles a varios medios europeos.
Los 28 miembros de la Alianza atlántica prevén dotarse la próxima semana, con motivo de su cumbre en País de Gales, de un plan con el objetivo de incrementar la reactividad de sus tropas, en particular en el seno de la fuerza de reacción rápida. Actualmente esta fuerza necesita varias días para ser operativa.
Este plan tiene como "objetivo ser capaz de actuar rápidamente en este entorno completamente nuevo en Europa" explicó Rasmussen al Guardian, mientras "los rusos (…) pueden, en un lapso de tiempo muy muy corto, transformar un gran ejercicio militar en una ofensiva militar".
Varios ejercicios militares de gran envergadura fueron llevados a cabo por el ejército ruso en los últimos meses, generando inquietud en Ucrania, pero también en países bálticos y Polonia, que piden bases permanentes de la OTAN en sus territorios.
Esta demanda divide a los aliados, tanto más cuanto es percibida por Moscú como una provocación.
Interrogado por la AFP, un responsable de la OTAN subrayó que Rasmussen "no se refirió a bases permanentes en el este de Europa" y utilizaba el término de "despliegues" recordando que las medidas tomadas por la Alianza eran siempre "defensivas".
El secretario general de la OTAN volvió a acusar a Moscú de estar fuertemente implicado en el este de Ucrania, y denunció "disparos de artillería desde el otro lado de la frontera pero también en el interior de Ucrania".
"La idea es que cualquier agresor potencial debe saber que si contemplara un solo instante atacar a un aliado de la OTAN, se enfrentaría no solamente a los soldados de ese país sino también a las tropas de la OTAN", dijo Rasmussen.