El Gobierno neerlandés anunció este martes la extensión, hasta el 9 de febrero, del actual confinamiento total de Países Bajos. La medida incluye el cierre de toda la actividad no esencial y de los colegios, por la amenaza que supone la variante británica del coronavirus y el alto número de contagios diarios.
En una rueda de prensa, el primer ministro, Mark Rutte, habló de “impotencia y frustración” al anunciar las restricciones y reconoció que “cada vez es más difícil de sostener (el confinamiento) por parte de los ciudadanos y eso es comprensible”. Pero subrayó la necesidad de extender el cierre de Países Bajos otras tres semanas, a pesar de que estaba previsto empezar a relajar las medidas el próximo 19 de enero.
También admitió las dificultades financieras por las que están pasando muchos negocios debido a los cierres, en especial el sector de la hostelería. El mismo mantiene sus puertas cerradas desde mediados de octubre, aunque prometió un nuevo paquete de ayudas económicas para los empresarios más afectados por el confinamiento.
Cierre de escuelas
Otra de las cuestiones que más trató de evitar el Gobierno neerlandés es el cierre de las escuelas, pero de momento tendrán que seguir así -llevan cerradas desde mediados de diciembre- hasta al menos el 25 de enero, cuando el Ejecutivo tratará de adelantar su apertura si controla los contagios.
Como precaución, los estudiantes de los institutos de secundaria deberán entonces mantener una distancia interpersonal de “cinco pies unos de otros”, el equivalente a un metro y medio, tanto entre ellos como de los maestros, una medida que el Gobierno no había querido exigir hasta ahora a los menores de 18 años por no considerarlos una fuente de contagios.
El Equipo de Gestión de Brotes (OMT), que asesora al Ejecutivo en esta pandemia, fue el que insistió al Gobierno sobre la necesidad de que los estudiantes mantengan una distancia de seguridad entre ellos porque la percepción de que juegan un papel limitado en la transmisión del coronavirus es “un error”.
Evitar viajar
El Gobierno mantiene también su recomendación de no viajar fuera de Países Bajos hasta marzo, e insistió en que el consejo oficial es “quedarse en casa” y solo salir o hacer viajes con carácter familiar urgente o de interés económico importante, de lo contrario, hay que evitar al máximo el contacto social.
Rutte avisó también de que el Ejecutivo cree que el toque de queda podría ser una medida efectiva para evitar las reuniones de grupos de jóvenes o las visitas domiciliarias de familias y amigos, y, aunque de momento no exigirá esta medida, “pedirá un consejo urgente al OMT, o se buscarán posibles alternativas” para evitar estos encuentros sociales.
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