EFE
El Papa Francisco acudió hoy a la catedral de Turín (norte de Italia) y oró ante la Sábana Santa, la tela que, según la tradición, fue empleada para envolver el cuerpo de Jesús de Nazaret en el sepulcro.
El pontífice llegó al tempo hacia las 09.15 hora local (07.15 GMT) después de presidir en la plaza del Palacio Real de Turín un encuentro con representantes del mundo laboral y que fue retransmitido por el Centro Televisivo Vaticano (CTV).
Acto seguido acudió a la catedral, a pocos metros de distancia, para venerar la Sábana Santa, ante la que permaneció sumido en un profundo recogimiento durante aproximadamente diez minutos y con el templo en penumbra.
Tras el rezo, se santiguó, se levantó de la silla y se aproximó a la reliquia, tocándola con la mano.
En la catedral también estuvieron presentes diversas autoridades religiosas, monjas de clausura y sacerdotes, además de algunos parientes del beato Piergiorgio Frassati, ante cuyo altar se detuvo también para rezar.
Para la visita a la catedral turinesa, el pontífice reservó 45 minutos de su agenda, si bien tras veinte minutos en el interior del templo, salió de él para dirigirse en papamóvil a la céntrica Plaza Vittorio, donde celebrará la misa y el Ángelus dominical.
Durante su trayecto, Bergoglio ordenó detener el vehículo en varias ocasiones para descender y saludar a algunas personas enfermas que le observaban a su paso por la plaza del Palacio Real.
La Sábana Santa, que se expone hasta el miércoles, es una tela de lino de más de cuatro metros de longitud que muestra la imagen de un hombre con señales propias de la crucifixión y que es atribuido al sudario de Jesús, a pesar de los estudios científicos que ponen en tela de juicio su autenticidad.
El Papa Benedicto XVI visitó la Sábana Santa en 2010 mientras que el santo Juan Pablo II lo hizo en 1998, quien la calificó como "espejo del Evangelio" debido a que ayuda a comprender y meditar la Pasión de Jesús.
2015-06-21