EFE
El papa Francisco dijo hoy que es intolerable que "los mercados financieros gobiernen la suerte de los pueblos" y urgió a los gobiernos de todo el mundo a comprometerse para desarrollar un marco internacional que promueva la inversión social.
Así se expresó Bergoglio durante el encuentro que mantuvo en el Vaticano con los participantes en la Conferencia "Invertir en los pobres", promovida por el Consejo Pontificio de la Justicia y de la Paz, en colaboración con la agencia humanitaria Catholic Relief Services y la escuela de negocios The Mendoza College of Business.
En esta audiencia, el pontífice argentino calificó de escándalo la especulación que existe, a su juicio, actualmente en los precios de los alimentos y afirmó que esta práctica "tiene graves consecuencias para la seguridad alimentaria de los más pobres".
Asimismo, destacó la fugacidad de los bienes materiales y animó a los gobiernos y a las entidades financieras a trabajar por el bien común de la sociedad, con especial incidencia en la ayuda a los más pobres.
En este sentido, instó a estas instituciones a utilizar sus recursos para promover el desarrollo económico y social, y tener un impacto positivo en la población.
"El inversor que tiene impacto es aquel que es consciente de la existencia de situaciones de injusticia, de profunda desigualdad social y de las penosas condiciones en las que se encuentran poblaciones enteras", afirmó.
Así, añadió, los buenos inversores serán aquellos que no utilicen sus recursos para especular, sino para cubrir las necesidades de acceso al agua, a una vivienda digna a un precio asequible, así como a los servicios de salud y educación de los más pobres.
"Estas inversiones deben tener un impacto social positivo para las poblaciones locales, como generar puestos de trabajo, posibilitar el acceso a la energía, o promover el incremento de la productividad agrícola. El beneficio financiero de estos inversores son mayores que en otros tipo de inversión", concluyó.
El papa Francisco participó el domingo en un encuentro en favor de los pobres en el barrio romano del Trastevere, donde abordó afirmó que "Europa ha olvidado la palabra solidaridad" y dijo que "toda economía acaba convirtiéndose en avaricia". EFE