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Partidarios de Liu Xiaobo en el mundo, reunidos el séptimo día después de la muerte del Premio Nobel de la Paz, de acuerdo con la tradición china, expresaron preocupación por la suerte de su viuda, Liu Xia, sometida a arresto domiciliario desde hace siete años.
Mientras los seguidores de Liu preparaban los homenajes, más de una docena de hombres vigilaban constantemente un edificio de departamentos en Beijing con un propósito muy distinto: mantener a los visitantes y periodistas alejados de la vivienda que compartían los Liu.
Aunque nunca fue acusada, Liu Xia fue detenida y aislada en su apartamento mientras su esposo purgaba una condena de 11 años por incitación a subvertir el poder estatal.
El miércoles se desconocía el paradero de Liu Xia, que fue vista por última vez el sábado cuando arrojaba al mar la urna que contenía las cenizas de su esposo. Muchos gobiernos extranjeros y grupos defensores de los derechos humanos han exigido a China que levante todas las restricciones sobre sus movimientos.
Tienchi Martin-Liao, presidente del Centro Independiente PEN chino y amigo de la familia radicado en Colonia, Alemania, dijo que le llegaron rumores de que las autoridades obligaron a Liu Xia a tomarse “vacaciones” en la provincia suroccidental de Yunnan, donde tiene amistades. Liu Xia y su estrecho círculo de confianza en China han guardado silencio, dijo Martin-Liao.
“Antes podíamos verla una vez por semana en video en el teléfono de un amigo. Ahora la han aislado completamente”, dijo Martin Liao. “¿Qué delitos ha cometido para que la vigilen, controlen y humillen?”
Durante una breve visita el miércoles al complejo habitacional donde vive Liu Xia, no se vieron señales de seguidores. El enorme complejo y cada una de sus puertas eran vigilados por una docena de hombres jóvenes con el pelo rapado que seguían y filmaban a todos los que se acercaban.
2017-07-19