Las autoridades peruanas desmantelaron una red criminal que esclavizó sexualmente a unas 300 mujeres durante tres años en una remota zona amazónica donde miles de mineros informales extraen oro.
La red llevaba con engaños a las mujeres para trabajar en centenares de prostíbulos en Madre de Dios, la mayor zona productora de oro ilegal del país, informaron el jueves la policía y la fiscalía contra el crimen organizado.
"La ruta criminal empezaba en Huánuco (selva central) donde colocaban avisos de trabajo como meseras en supuestos bares en Madre de Dios, una vez captadas las llevaban a Lima, luego por bus o avión al Cusco y de allí hasta la zona de Delta 1 en las profundidades de Madre de Dios donde las prostituían bajo amenazas en bares", dijo a The Associated Press el coronel Mariano Céspedes, jefe nacional de la división de investigación de delitos contra la trata de personas.
Treinta agentes de inteligencia acopiaron pruebas judiciales durante seis meses filmando e interceptando llamadas telefónicas de la red criminal conformada por siete personas. Así descubrieron que la jefa de la banda era Clara Quispe, de 25 años de edad, apodada "la reina del Delta", quien ganaba unos 60.000 dólares mensuales y acumuló alrededor de dos millones de dólares en tres años.
"Cada acto sexual a las que eran obligadas las víctimas cuesta 100 dólares, una botella de whisky 300 dólares, puede imaginarse la cantidad de dinero que han realizado los criminales", dijo el jefe policial.
Trabajando de forma encubierta la policía observó incluso una vez cómo los criminales agruparon a 17 muchachas a orillas del río Inambari, en Madre de Dios, las hicieron cruzar y en el otro lado las llevaron hasta el bar "Taboo", de propiedad de Quispe. Céspedes dijo que 8 agentes mujeres engañaron a los traficantes para penetrar toda la red.
"Esta investigación tuvo un trabajo de seis meses, investigar al crimen organizado requiere mecanismos permitidos por la ley como inteligencia electrónica, videovigilancia y otras herramientas que nos han permitido dibujar el trabajo ilícito de esta red", dijo a AP Eduardo Castañeda, titular de la segunda fiscalía contra el crimen organizado.
Los criminales fueron atrapados de forma simultánea el jueves de la semana pasada en diferentes partes de Perú, algunos en el bar "Taboo", mientras que "la reina del Delta" cayó en Cusco el sábado. Desde allí los trajeron a Lima, donde por la peligrosidad de la organización serán investigados judicialmente por la Sala Penal Nacional, que ve casos relacionados con la mafia.
Los investigadores encontraron que las jóvenes vivían en barracas inmundas, estaban amenazadas y endeudadas con "la reina del Delta".
"Era como vivir en una isla-cárcel rodeada de ríos, en medio de la selva", dijo el fiscal Castañeda.
"La producción ilegal de oro ha destapado en cierta forma estas prácticas de trata…se conocía que en Madre de Dios el tráfico de personas con fines de explotación laboral era lo más fuerte allí…hay zonas donde es frecuente encontrar a trabajadores flotando en el río porque los matan para no pagarles", añadió.
La ley peruana castiga el delito de trata de personas con penas que van desde los 8 años y en casos agravados se supera los 25 años de cárcel. Existen 1.144 procesados por este delito entre 2009 y 2012, según la Fiscalía.
La organización no gubernamental Huarayo, que administra albergues en Madre de Dios para niños mineros y chicas adolescentes que caen en la prostitución, calcula que unas 2.000 jóvenes trabajan en los "prostibares" y la tercera parte son adolescentes. Allí acuden miles de mineros que trabajan en remotas zonas donde el estado no está presente.
Perú es el principal productor de oro en Latinoamérica, el sexto en el mundo y el 2012 se reportó la producción de 150 toneladas métricas que en su mayoría van a Suiza. El gobierno calcula que en Madre de Dios se producen entre 16 y 18 toneladas de oro al año, la mayoría ilegal. /AP