La presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, Alba Luz Ramos, pidió hoy a los organismos defensores de mujeres acompañar a las féminas víctimas de violencia para no mediar con sus agresores.
"Las organizaciones de mujeres deben acompañar a la mujer para evitar que vaya a mediar", dijo a periodistas Ramos, al ser consultada sobre la polémica desatada por la reforma a la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres, que entre otras cosas permitirá la mediación entre víctimas y agresores para delitos menores.
La Asamblea Nacional de Nicaragua (Parlamento), a propuesta del Supremo, aprobó ayer una reforma a la ley que castiga la violencia de género, que incluye la mediación, un recurso que hasta ahora no admitía.
La organización Amnistía Internacional (AI) consideró hoy que el Parlamento nicaragüense ha "debilitado" la protección a la mujer con la reforma de esa ley.
Amnistía señaló en un comunicado, emitido desde su sede en Londres, que las mujeres tendrán ahora que enfrentarse a su agresor, en virtud de la medida de mediación que introduce esa reforma legal.
Para AI, la nueva normativa "defrauda a miles de supervivientes de la violencia doméstica en todo el país".
"En lugar de centrarse en la mediación y en modos de dejar ir a los agresores, las autoridades deberían buscar maneras de proteger a las mujeres de la violencia y asegurarse de que aquellos que cometen agresiones se enfrentan a la justicia", según Esther Major, investigadora sobre Nicaragua de Amnistía Internacional.
Para la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), la reforma a esa ley "favorece la impunidad de los responsables de estos delitos" y contraviene las obligaciones internacionales adquiridas por Nicaragua.
En una carta enviada al presidente del país, Daniel Ortega, al de la Asamblea, René Núñez, y a Ramos, la organización considera que esa reforma legislativa empeora la ley que protegía a las mujeres.
"De ninguna manera se puede considerar los delitos de ‘violencia física si se provocan lesiones leves’ como un delito menos grave", cuestiona esa organización.
"Tampoco los delitos de ‘violencia psicológica si se provoca daño a la integridad psíquica que requiere tratamiento psicoterapéutico’, ‘violencia patrimonial y económica’, ‘intimidación o amenaza’, ‘sustracción de hijos e hijas’, ‘violencia laboral’ y ‘violencia en el ejercicio de la función pública’ pueden ser considerados o interpretados como delitos menos graves", agrega.
Para esos delitos, la ley prevé la mediación y no una investigación y posterior juicio.
Según la FIDH, "la figura de la mediación en estos casos sólo puede favorecer su repetición".
No obstante, Ramos aclaró que la mediación es "voluntaria" en esos casos y "si la mujer no quiere mediar, no hay mediación".
"Dentro de la reforma se deja claramente establecido que el juez debe advertirle a la mujer que la mediación es voluntaria y preguntarle si no está siendo presionada por alguien para mediar", sostuvo.
También comentó que esa "la ley no va a evitar que la violencia suceda".
"La ley no aumenta los hechos de violencia, ni va a evitarla totalmente, (aunque) puede tener un efecto preventivo", añadió.
Esa polémica ley no permitía la mediación ante agresiones de ningún tipo de los hombres hacia las mujeres.
A partir de su publicación en el Diario Oficial La Gaceta, la enmienda permitirá la mediación cuando se trate de delitos menores y el acusado no tenga antecedentes. /EFE